bestia miedosa

Alguna bestia ha debido de decir algo así como que el mundo es para los valientes. Pero no sé si todo el mundo estará de acuerdo. No sé si habrá que hacer caso a los que recomiendan el riesgo. Los riesgos habrá que tomarlos en su justa medida y controlarlos medianamente, pero también es difícil saber controlarlos -no creo que sepa nadie- y sobre todo controlarlos -no solo saber- con lo que el riesgo existe siempre aunque sea mínimo.

Esta vez no creo que sea pequeño tampoco. Otras veces los he corrido aun cuando muchos de los que me conocen me tachen de cobarde o de poco arriesgado. Otras veces he tenido suerte, he de reconocerlo, y he salido airoso.

Habrá que vivir con miedo siempre, miedo a no salir tan airoso como en otras ocasiones. Pero habrá que correr el riesgo también.

¡Cómo será para expresarlo así!

más agua y más fuego

El agua conoce su poder pero sabe que el fuego puede hacerla evaporar.

No ha sido suficiente agua para apagar la hoguera y si la hubiera, si hubiera suficiente, el fuego sería como proveniente del Ave Fénix, la que renacería en este caso para volver a arder.

Mientras el agua hierva estará bien, significará que está retenida en el recipiente que le corresponde y podrá ir evaporando lentamente; condensará después y volverá a ser agua.

El fuego siempre encuentra combustible. Arrasa y continua ardiendo. A veces con más fuerza, otras con menos. Pero donde hubo fuego siempre quedan rescoldos que pueden avivarse.

Más agua y más fuego.

agua y fuego

Fogoso o cariñoso, pero las dos cosas a la vez...

Es posible que ocurra y coincidan ambas características en una sola bestia pero solemos adolecer de una de ellas o pasarnos con la otra, aunque puede ocurrir también que no sean excesivamente marcadas ninguna de las dos características.

Llegar a la cama una hora después y dar un beso, es un gesto cariñoso y habrá quien le encuentre su punto libidinoso... pone cachondo, pero seguro que es más cariñoso que fogoso.

Sin llegar a la lujuria, puede resultar muy fogoso un desnudo casual improvisado, no pedido, inútil incluso... y si es inútil es que hay una bestia menos fogosa.

Buscar un hueco en cualquier momento para un encuentro inesperado, no meditado, un encuentro sorpresa; y si ese momento se encuentra en medio de un compromiso familiar, laboral,... me parece que es cariñoso y fogoso a la vez.

Cada bestia tiene su medida.

de repente un extraño

Un extraño en la bitácora, un conocido disfrazado, una presencia nueva quizás incómoda... Quizás por eso el neobestiario no termina de completarse. Es evidente que no va a terminar nunca, siempre aparecerá una bestia nueva. Pero algunas bestias no aparecerán aquí. O puede que aparezca la bestia pero no su pelaje o plumaje. O quizás el lobo se disfrace de cordero.

¿Se presentará?

bestia mirando las nubes

Le gustaría tener una novia en cada puerto como a los marineros de las películas; por qué no tener amigos hasta en el infierno; no estaría mal medir diez centímetros más, pesar cinco kilos menos, tener mucho más pelo, no tener que depilarse, y si además se pueden tener cinco centímetros más de polla pues mejor, o una talla más de sujetador, según géneros...

Todo esto es imposible, pero podía haber comprado un descapotable y al final no pudo ser; podría tener incluso posibilidad de tener un pisazo en el centro, o un chalet en las afueras, o una finquita en el campo, o una cabaña en la montaña... pero va a ser que no como con casi todo.

Y ya que lo suyo no tiene remedio podría tener la mejor pareja del mundo, fisicamente perfecta, economicamente establecida, socialmente bien colocada, familiarmente estable, sentimentalmente imponente, personalmente formidable... pero es también una bestia mirando las nubes y se parece mucho a ella.. Dios los cría y ellos se juntan.

universo propio

Entre todas las bestias es dificil no encontrar una que viva en su propio universo, un habitat ficticio creado por ella misma, ambientado en su propia existencia y con sentido solamente en ella.

Es una bestia en cierto sentido sorda, a la que le gusta relatar su propia historia si llega el caso, y si no, pues no pasa nada porque ella lo tiene claro. Suele contar sus peripecias vitales a diestro y siniestro si tiene oportunidad sin preocuparle demasiado si interesan a su interlocutor o no: lo importante es contarlo para tener la sensación de que alguien comparte sus preocupaciones.

Son verdaderas creadoras de su vida, una vida de cuento, un cuento fantástico, realista, hiperrealista, romántico, ...

A veces me divierte, a veces me exaspera, a veces me resulta indiferente, otras inverosímil, otras muy creíble, las más me abstrae a otros mundos que no son el mío... un pasatiempo casi siempre.

maitena

Hay que ser muy observador para hacer un bestiario. Eso no quiere decir que yo lo sea, pues soy tremendamente despistado. Hay bestias que son mucho más receptivas que yo, miran más, retienen en su memoria, analizan y relacionan los acontecimientos, los datos con mucho más acierto que yo. Estos son los mejores autores de bestiarios. Maitena es una de ellos.

Seguro que Maitena es más capaz que yo de saber quién le ha tirado los tejos y cuántas veces ha ocurrido eso. También es característico de estas bestias el ser capaces de saber y recordar cuando hacen y han hecho el ridículo. Es probable que sean muy conscientes de los aciertos que acumulan.

Admiro a Maitena por su bestiario, pero no sé si sabría vivir con tantas observaciones y tanta memoria.

dos caras de la falsa monea

Poco a poco van dándose cuenta de que se quedan solos, advierten que hay cosas que van cambiando, suponen que aquello se acaba porque llega la monotonia, el desencuentro ocasional, las diferencias -que son tan interesantes- ... y les entra un miedo extraño que no controlan y se les ocurren cosas tan extrañas como el miedo.

Casi sin pensarlo y después de no tener a nadie más que al otro, se lanzan a la calle a buscar lo que creen haber perdido en casa. Cuentan una película triste, recurren a la soledad, a la cama vacía, a la melancolía... algunos recurren al desprecio por el daño recibido, al rechazo a lo anterior, a los insultos incluso para creerse la historia que se han fabricado porque aun no saben que lo que cuentan no es cierto, que no hay soledad, ni cama vacía, ni melancolía... ni siquiera hay desprecio, ni rechazo, aunque sí insultos.

Al poco, algo ocurre que les hace ver lo que realmente hay, y se arrepienten de lo dicho y hecho, se dan cuenta del error, o prefieren no ver el verdadero problema; pero no se hacen cargo de su mentira, no la reconocen y ahi dejan al resto del mundo haciéndoles creer que nunca fue como les recuerdan, que no se han olvidado de lo dicho y hecho sino que nunca ha ocurrido.

Ahí se queda uno jugando a cara o cruz.