pragmática obvia

De esto ya hemos dicho algo alguna vez pero...

...actualizar con frecuencia no implica proveer contenidos de calidad.

...recibir muchos visitantes no significa tener muchos lectores.

...recibir muchos comentarios no implica escribir buenos artículos.

...tener muchos comentaristas no implica tener muchos amigos.

...que enlacen mi blog no significa que me lean.

...que no enlacen mi blog no significa que no me lean.

...comentar no siempre implica haberse leido el artículo.

...no comentar no implica que no te lo hayas leido.

...estar en un ranking o ser muy enlazado no significa ser una buena bitácora.

...no estar en un ranking no significa ser una mala bitácora.

...tener publicidad en la página no significa que te paguen por ella.

...llevar más tiempo escribiendo un blog no significa hacerlo mejor.

Aunque no sea de gran calidad me sirvió para actualizar. Se lo quité al Sr Skyzos porque me gustó.

dos retos o dos memes

Entre las bitácoras habituales aparecen estos días dos retos -en denominación casera- o memes -en denominación bloguera- a los que habría que responder, más que nada por costumbre, pero para los que no encuentro respuesta.

Desde la de kaplan un cuestionario fruto de la ociosidad de su autor, según él mismo reconoce, y para el que solicita rauda respuesta al mismo tiempo que anuncia la reapaertura de su bitácora para mi y para todos. Pregunta por la peor cosa que compré alguna vez y aunque lo he buscado no encuentro: todo lo que compro lo utilizo y nunca me parece mal comprar; pregunta también por el lugar más caro en el que haya estado y no recuerdo cuál puede ser porque siempre voy a sitios asequibles, no puedo permitirme muchos lujos y si gasto no lo hago en sitios; en cuanto a acontecimientos peligrosos, procuro evitarlos, y no creo haber protagonizado ninguno; por otro lado, seguro que habré cometido muchos errores pero no sé si son destacables, en el sentido de que tampoco puedo arrepentirme del resultado: quizás hubiera estudiado otra carrera pero la habría orientado a la enseñanza de cualquier forma; tampoco recuerdo haber perdido nada de valor porque no tengo demasiadas cosas valiosas y porque soy bastante cuidadoso con ellas, lo que no quiere decir que no sea olvidadizo y despistado; y en cuanto a situaciones peligrosas, también procuro evitarlas, aunque como reza el dicho donde está el cuerpo está el peligro, con lo que la propia vida puede ser la respuesta.

Desde la del sr skyzos, aunque él no lo requiera, llega otro en el que debiera contar cosas que no sepáis de mi los lectores de esta bitácora, concretamente cinco, y me cuesta encontrarlas. Me cuesta porque muchas de ellas son secretos no sólo de esta blog, sino de cualquier otro ámbito de mi vida, o bien porque son cosas que no tengo intención de contar aquí de ninguna manera, o también porque ya las he contado, puesto que he contado también más de lo que quería contar. En cualquier caso, es posible que poco a poco vayáis encontrando cosas que no supierais pero no sé si serán muy interesantes. Ya las veréis.

Si a alguien le divierte responder a estos retos puede hacerlo donde quiera y como quiera: en su bitácora, en los comentarios de esta... y si no pues ahí queda eso.

bestias en pasado, presente y futuro

Algunas bestias se aferran al pasado aunque inevitablemente tengan que vivir en el presente pero sus recuerdos les hacen felices en este presente de hastio para ellos que no les lleva a ningún sitio, solo a recorrerlo pausadamente obligando al paso del tiempo a permitirles recordar. El presente sólo les aporta momentos distintos y llaves para abrir un pasado de felicidad.

Otras bestias se aferran al presente porque es lo único que existe: el pasado se ha acabado y el futuro aún no ha llegado. Lo viven intensamente, lo disfrutan, lo construyen, lo meditan desde el mismo presente y sólo para el presente.

Las demás, como las anteriores, están condenadas al presente, del presente no se libra ninguna, pero estas lo construyen pensando en el futuro. En muchas ocasiones se desplazan a un futuro hipotético muy lejano, que resulta hasta ridículo, pero no pueden evitarlo, no saben vivir el presente sin pensar en futuro, no se permiten el mínimo fallo de intendencia, de infraestructuras, ninguno se les escapa en la medida de lo posible. Y disfrutan del presente en la medida que les permite el futuro, confiando que este les sea benévolo y se convierta algún día en un presente feliz.

Entre todas estas, muchas más.

Tú asustado

Has llegado a una puerta a la que tenías que llamar y cuando has llamado te ha entrado miedo. No se acaba ahí tu camino: hay que abrir la puerta después de llamar y continuar por algún pasillo o corredor, o puede haber otra puerta de salida por la que continúe el camino. Has llamado quizás porque querías que la cruzara contigo, querías que estuviera allí simplemente para que la cruzaras, querías que te diera la mano tal vez para cruzar. ¿La has tomado?

Me has buscado para que te acompañe, para que te calme un poco el miedo y eso me ha hecho sentir un poco más grande dentro de ti.

Hoy soy un poco más feliz y te quiero un poco más.

neocotorra

Vuela a sus anchas porque ancho es el cielo como Castilla. Y recorre los lugares de los demás como si fueran el suyo porque el suyo propio no existe como tal, no está en ningún sitio. No encuentran su sitio tampoco porque no les gusta ninguno, son exigentes como pocos. Mientras las demás bestias se conforman con el sitio en el que más cómodas se han encontrado, la neocotorra no puede ver un fallo en la decoración del lugar, ni en los materiales, ni los colores, ni nada de nada porque se marcha. La neocotorra vuela a la mínima y se va en busca del sitio de otra bestia para disfrutar un rato de sus colores, sus materiales, su decoración hasta que se cansa de ellos.

La neocotorra es la tertuliana del neobestiario, la periodista del corazón que opina de la vida y los devenires -no sé si tiene plural- de las demás bestias, y que no tiene vida propia sino que disfruta de la de los demás.

La neocotorra no merece más comentario.

nueva búsqueda

Quizás haya que buscar en otro sitio, quizás haya que abrir caminos en las cunetas del que recorremos. La sensación de que nos empeñamos en casi imposibles me invade en muchísimas ocasiones y estoy seguro de que no soy el único pues se convierte en comentario entre algunos amigos y en tema de conversación a veces.

Hay tantas cosas que buscar: una casa donde hacerme sedentario; la tranquilidad para los dos, para Él y para mi; buscar más tiempo su presencia, su compañía; ...y ese amigo quizás...

¿Dónde habrá que buscar para encontrarlo?

hamlet y quijote otra vez

Ahora que Hamlet se me iba pareciendo a Don Quijote, resulta que a Don Quijote le da por meterse a Hamlet. En su nueva aventura no quiere escuderos con quienes compartir sus preocupaciones ni sus divagaciones... prefiere el encierro y la soledad.

fedenava

Le debo mucho: la mejor compañía en el momento más crítico, el aliento más sano y desinteresado y el hecho de mantenerme en el recuerdo con cariño. Yo también le acompañé a mi manera y, desde luego, lo recordaré siempre con muchísimo cariño.

La otra tarde, cuando me dijo que no se encontraba bien, no dudé en ir a verlo, por primera vez, y fue como si nos hubiéramos visto todos los días.

Todo irá bien porque se lo merece.

bestias chateras

Ya sé que teniendo pareja no pinto nada en un chat.

Eso me dicen los chateros cuando me encuentran. Y muchos de ellos no dicen nada más salvo que les importe un bledo follar con un tío que tenga pareja. Ellos no pierden nada salvo el tiempo cuando no lo consiguen.

Lo primero que explicas es que no quieres sexo porque estás servido. Entonces muchos de ellos se despiden -en el mejor de los casos- y te dejan ahí sin más. Es una opción muy válida, claro que sí.

Luego están los que insisten en tirarte los tejos aunque ya les has explicado que no quieres tenerlo. Que si estás ahí será por algo, que no importa que eches un polvo con un tío que no conoces, que tu novio no se va a enterar... Mil excusas hasta que llega otro que se ofrece y te dejan ahí como los de antes o hasta que se aburren y se despiden -en el mejor de los casos-.

Otro muy divertido es el que no quiere nada, ni sexo, ni pareja, ni charlar, ni nada de nada... no sabe lo que quiere. Así era yo cuando empecé con el chat, cuando buscaba ahí no sé muy bien qué hasta que me decidí a buscar sexo, y luego hasta que lo encontré a Él. Pero el que no quiere nada está en el chat como perdonando la vida al personal, como concediéndole un deseo: el de charlar con alguien tan interesante, tan guapo, tan culto, tan..., como si él estuviera allí de casualidad haciendo una investigación sociológica sobre los personajes que por allí pasan, como si estuviera haciendo un bestiario.

El que más me interesa es el que se parece a mi en el objetivo primero al entrar en el chat. Los que entramos en busca de un rato de charla, o por pasar un rato de los que nos aburrimos en casa... Me da miedo porque en la mayoría de los casos -por no decir la totalidad y morirme de miedo o de vergüenza- todos estos tienen pareja, están teóricamente felices y no buscan sexo. Pero cuando hablas más de una vez con ellos, encuentras fallas, algo que se esconde, alguna crisis. Y al fin y al cabo es fácil que la tengamos -quien esté libre de pecado que tire la primera piedra- pero no se soluciona en el chat. No lo creo. Los posibles fallos, las trabas en una relacion se arreglan hablando con el otro. Así lo hago y por eso no me incluyo en este grupito aunque me da miedo, sí.

Y finalmente, lo que no encuentro en el chat es lo que busco. No lo hay. Al menos para mí. Y no sé si otros lo habrán encontrado. Él tiene algo parecido a lo que busco pero ni es exactamente eso, ni a mi me serviría para estar satisfecho con el chat.

Bueno, sí que lo estoy: lo encontré a Él.