16 noviembre 2010

reencuentro

- ¡Cuánto tiempo sin saber de ti! -le dijo.
- Sí, hace tiempo que no paso por aquí -contestó.
- Me alegro de reencontrarte y espero que se vuelva a convertirse en costumbre.
- Yo también lo espero.
Tiempo después, continúa esperando.

07 noviembre 2010

paseo con P.

Tras el cambio de imagen de la bitácora, he pensado en la mía -la imagen, la que tengo, la que doy- y me he acordado de P. cuando salimos a dar un paseo y tomar un café.
P. usa tacón alto para ir al trabajo, pero le cuesta andar sobre ellos mucho rato. Aún así se los pone para salir a pasear conmigo, quizás por si le digo que no se ha arreglado o porque piense no estar a la altura -estilística, no física, que también- y a ella le encanta saber que va bien arreglada. Paseamos y comentamos los hombres que nos cruzamos: ella no lo hacía antes -fijarse en los hombres- pero ahora reconoce que los mira, ella al paquete, yo al culo y al pecho.
Paseando el otro día, nos cruzamos con un papá, una mamá y dos nenes, todos muy estilosos, muy arreglados para el paseo, muy guapos los cuatro. Eso en la vista general. Al acercarnos, perdí demasiado tiempo en el pecho y las caderas del machote en cuestión, pero a P. le dió tiempo a darse cuenta de que el papá no la miró a ella.
-¡Vaya repaso! -dijo ella.
-¿Qué? -pregunté.
-Le ha debido de gustar la ropa que llevas.
Necesito otro paseo.