Fogoso o cariñoso, pero las dos cosas a la vez...
Es posible que ocurra y coincidan ambas características en una sola bestia pero solemos adolecer de una de ellas o pasarnos con la otra, aunque puede ocurrir también que no sean excesivamente marcadas ninguna de las dos características.
Llegar a la cama una hora después y dar un beso, es un gesto cariñoso y habrá quien le encuentre su punto libidinoso... pone cachondo, pero seguro que es más cariñoso que fogoso.
Sin llegar a la lujuria, puede resultar muy fogoso un desnudo casual improvisado, no pedido, inútil incluso... y si es inútil es que hay una bestia menos fogosa.
Buscar un hueco en cualquier momento para un encuentro inesperado, no meditado, un encuentro sorpresa; y si ese momento se encuentra en medio de un compromiso familiar, laboral,... me parece que es cariñoso y fogoso a la vez.
Cada bestia tiene su medida.
1 comentario:
Escribes muy bien, y algo me decia que el autor eras tu, no estaba desencaminado. La verdad que es hermosisimo lo que escribes, la naturaleza desnuda del ser humano, verlo tal y como es, sin velos ni mascaras que lo oculten. La verdad desnuda cosa que la hace mas bella. Te felicito. Un bacio e un abrazzo.
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