Bestia torpe y desagradable: el neosapo.
Mientras la mayoría de las bestias reciben millones de sms de felicitación por navidad, el neosapo se encarga de enviarlos con mucha previsión quizás para que le sean devueltos, al menos algunos, para poder presumir como lo hacen las demás bestias; el neosapo prefiere enviar invitaciones por sms por su cumpleaños para que los demás puedan felicitarlo sin olvidarse.
Otras bestias se encuentran con palabras de aliento sin buscarlas y el neosapo no encuentra más que exabruptos y groserías, probablemente merecidas. La bestia desagradable lo es incluso cuando no pretende serlo, porque es verdad que -como dicen los demás- la bestia desagradable lo es por decisión propia: el neosapo se pone desagradable porque le sale de los cojones -o de los ovarios- y parece que lo consigue, mientras que otras bestias son capaces de no parecerlo incluso cuando lo son.
La bestia desagradable nunca acierta: si hay que llamar por teléfono, ella envía sms; si hay que acudir al veterinario, ella se va de compras al centro comercial; si lo más acertado fuera un beso, la bestia desagradable podría dar incluso dos...
El neosapo no acierta ni con los botones que tiene que apretar.
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