Cada bestia en su guarida sabe dónde colocarse para tener la temperatura adecuada o recibir la luz que le interese; cada bestia en su refugio tiene su orden establecido aunque a otras bestias les parezca desordenado; cada bestia en su cripta abre y cierra puertas cuando y donde quiere.
Que no se empeñe ninguna bestia en recolocar, abrir o cerrar puertas, o climatizar el neobestiario porque no está permitido: el neobestiario ya tiene su lenguaje propio, su fondo, su fuente, su termostato, sus luminarias, y sus adornos, y carece de muchas cosas que otras bitácoras tienen por decisión del fisiologus y, si alguien quiere, por aquello del minimalismo, o por conceptismo, o por vaguería de la bestia, que también gusta de ello.
Buen fin de semana.
1 comentario:
É que o fisiólogus é moito fisiólogus.
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