Hace tantos días que no escribo en mi bitácora que se me acumula el trabajo y no sé por donde empezar, por lo que me temo que no escribiré todo aquello que hubiera escrito si no hubiera sido tan vago para actualizar.
En estos días han pasado muchas bestias por mi cabeza pero no me ha dado por hablar de ellas: sobre todo de una que me dio la vida, que no cumplió años hace días y que se fue hace años, pero seguirá siendo el mismo mañana y podré dedicarle una entrada cualquier día, porque sigo echándole de menos.
Las demás son en su mayoría bestias maestras, que me aburren soberanamente porque -hay que reconocerlo- somos aburridas hasta la saciedad. Y las que me rodean lo son aún más salvo contadas excepciones. Lo dicho, tampoco quiero aburrir.
Las bestias blogueras también empezais a ser un pelín aburridas: por un lado las que no actualizan -como yo-, por otro las que dedican su blog a conmemorar los días internacionales de o a repetir las noticias de la tele o la prensa y por otro las incomprensibles -como la mía, quizás, que he podido dar a entender que Él se ha ido cuando me lo estaba pasando de miedo-, pero estas últimas las aceptamos como animal de compañía. En fin, que no se ofenda nadie, que hay de todo y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Las bestias cotidianas han dejado, por ejemplo, la última entrada: la ruptura fue con una de ellas con la que he compartido muchos años, muchísimos -ya quisiera yo compartir tantos con Él, y el doble-, y dejarán alguna entrada más, espero que distinta a la última. Ya sabéis lo que ocurre con lo cotidiano: también aburre en ocasiones, aunque suele dar alguna satisfacción muy grata.
Y en esta compañía va pasando el tiempo, que también ha sido protagonista por una anécdota en la que desapareció y dio miedo. Esta quizás la recupere algún día, pero mejor otro.
Hasta que recupere las ganas de escribir un poco más y mejor.
4 comentarios:
Desde que el ser humano aprendió a berrear y a unir signos que significaban palabras, todos queremos dejar algo para la posteridad, o dar la opinión de lo que vemos y leemos. Porque sí. El problema está en que a lo mejor no necesitamos saberlo.
Por mí sigue poniéndote borde en el post con los bloggers y demás, que a mí me gusta.
ya te lo he dicho alguna vez, skyzos: eres genial.
Por aqui el bestia cabezota Mago, decirte solo que de vez en cuando y de cuando en vez me paso por aca a leer, y decirte que la inspiracion es la vida misma : ella viene pero tambien se va, asi que aquellas cosas que nos dejan deben liberarnos,no hay porque lamentarse por ello.
Espero pronto escribas
Mago
Podcast El Legado http://legado.emnhome.com
Blog del Mago Puki
http://blogdelmago.blogspot.com
Bueno el exceso de trabajo es malo para el casación pero bueno para el bolsillo por que después del trabajo viene el dinero. Describiendo bestias y bestias me gusto tu Post. Suerte y saludos.
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