El tiempo no cura nada: lo sé de buena tinta. Al menos no lo cura sin ayuda. Necesita la ayuda de los espacios, de los caminos, de las bestias que recorren los caminos y que llenan los espacios, y del tiempo que tardan en recorrerlos o en marcharse de ellos. Hay caminos que recorreremos solos para siempre después de que la bestia que nos acompañaba nos haya dejado.
Las ausencias no son más que espacios vacios que pueden tardar más o menos tiempo en llenarse, son caminos que se recorren en compañía a ratos y otros ratos en soledad. Ya hemos hablado aquí hace tiempo de esa soledad, impuesta o elegida. Hay espacios que no se llenan nunca por mucho tiempo que pase.
A través de los caminos hemos encontrado bestias que nos han acompañado durantes distintas etapas, a veces etapas consecutivas, otras etapas alternas. Cuando nos han dejado han llegado otras antes o después a acompañarnos. Muchas etapas se recorren solas sin necesidad de compañía. Otras etapas agradecemos la compañía. Algunas de ellas deseamos que la compañía se quede en alguna parada. Y cuando llegan a una de esas paradas ya pensamos en buscar otra compañía.
Unos que vienen y otros que se van, que decía la canción...
1 comentario:
Cierto. La vida está llena de idas y venidas. De entradas y salidas. De gente que viene y gente que va. Pero de todos hemos de aprender y obtener lo mejor. Espero ser de los que se queden ;)
Un besazo indomable
Publicar un comentario