Nuestro verdadero trato tiene que ser que no me dejes olvidarte, que no me dejes engañarte, que no me des tiempo para no pensarte.
Tendríamos que tratar de acompañarnos, de sentirnos juntos aunque estemos lejos, de pensarnos y recordarnos en todo momento, de querernos más si cabe.
¿Quedamos en eso?
Yo, por mi parte, te pienso, te sueño, te recuerdo, te añoro... cuando no estás y, cuando estás...¡ay! cuando estás te tengo y me dejo tener y no pienso en olvidarte, ni engañarte, sólo pienso en recordarte, acompañarte, quererte a cada momento más.
¿Te gusta eso?