04 marzo 2008

denuncia

Era cansino y aburrido pero no dudaba de su buen corazón -que una cosa no quita la otra- ni de que guera buena gente. Si era tan cansino era por aprecio, pero el aprecio ha tornado en odio y, aunque pareciera que su buen fondo pudiera suavizarlo, no ha sido así.
No se conformó con las amenazas en caliente, sino que insistió pasado un rato, me persiguió de camino a casa, mostró sus peores gestos después de enfriarse el fin de semana, y pronunció las peores palabras cuando me marchaba el lunes.
Su expulsión me evita encontrarlo, pero puede venir a examinarse. De un modo o de otro lo tengo presente porque no puedo quitármelo de la cabeza. ¿Tendré que denunciarlo?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

non vale a pena, creo. pasarán os días, irá volvendo todo ao seu e sentiraste mellor. non olvides que estás moi por riba dese imbécil. polo pronto, neste mal momento só podo enviarche o meu apoio e un abrazo.

Anónimo dijo...

Díficil saber que hacer. Mejor ponlo en conocimiento de las autoridades adecuadas para estos casos por si las moscas. No vaya a ser que vaya a más. Mas vale prevenir...

Un besazo indomable.

Anónimo dijo...

por supuesto!

RAIKO dijo...

Pues igual hay que denunciarlo, aunque no sea en plan denuncia formal, sino más bien en plan informar a las autoridades pertinentes, más que nada por cubrirte las espaldas sin llegar a mayores. Saludos.