Salgo de casa para pasar el fin de semana en Madrid con Él y unos amigos. Lo hago con la sensación de olvidar algo, como siempre, pero no termino de encontrar qué cosas puedo haber olvidado. Llevo gasoil suficiente para ir y volver, llevo las llaves de casa, las de mi aposento en Madrid, llevo cepillo de dientes, calzoncillos... pero he olvidado la nasolina -tengo un catarro bestial- y no sé si volver a recorrer los 30 kilómetros que llevo encima o pasar el fin de semana moqueando. No será para tanto.
Cuando llego, saco la ropa de la maleta y compruebo que no he olvidado nada para ir bien vestido estos días. Lo llamo para decirle que ya estoy en casa y para provocar que venga pero decide arreglarse en su casa y quedar para cenar. Y es cuando voy a salir de casa cuando descubro que no tengo ni cartera, ni documentación, ni tarjeta de crédito, ni dinero...ni siquiera para coger el metro: tengo que volver a llamarlo para que venga a recogerme.
Llegué ayer por la noche y hasta esta mañana no me he dado cuenta de buscar la dichosa carterita. Así que de nuevo tendré que mendigar para tomar un café.
1 comentario:
e ainda ben que non te parou a garda de tráfico. en fin, como se di por aqui, quen non ten cabeza ten pernas.
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