Ha encontrado en el camino semáforos en rojo, semáforos en ámbar que se ha saltado, badenes que han frenado su velocidad, zanjas de cableado que interrumpen la circulación, señales de stop y de ceda el paso. Lleva en sus pies el cansancio de muchísimos kilómetros y en su cabeza un cuentakilómetros pasado de rosca.
Ha encontrado en el camino neotortugas, neoleones, neomariposas... y bestias de todo pelaje. Encuentros y desencuentros.
Y llega al final. Sí. Un muro impide seguir. Enfrente un muro alto, grueso, infranqueable. A los lados los muros de las casas de otras bestias.
Pero se empeña en pasar, lo golpea con todo, lo intenta tirar. Sus músculos, sus huesos se refuerzan y se emplean en la batalla contra el muro hasta que cae y deja ver el negro de la oscuridad extramuros -o intramuros, no lo sabe-.
Se empeña en buscar un interruptor de luz. Recorre con sus manos las paredes, busca acariciando lentamente, asegurando los pasos en un suelo negro, repasando el negro de las paredes con el tacto de sus manos.
Enciende.
Su cuarto de adolescente: su cama-nido, su estanteria con libros de Pombo, de Baily, de Martín Gaite, Delibes... Los ochenta son nuestros... No fueron suyos ni los ochenta, ni los noventa, ni lo es el siglo XXI..., las fotos del cachorrito, el pc, zapatillas en el suelo...
Está despierto. Ha sido él quien ha encendido la luz. Tiene que encenderla él.
FELIZ NAVIDAD
2 comentarios:
Feliz Navidad a tí también... A pesar de oscuridades, muros y neobestias.
Ás veces é vostede tan tenro!
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