Años después aún le echo de menos y su espacio no va a poder llenarse nunca. El tiempo no curará esa herida por mucho que corra y se quedará abierta, sin cicatrizar, sin cura posible, sin tratamiento...
Su recuerdo vuelve a diario por razones distintas: hoy por ser su día, un día que él apenas celebraba pero que agradecía que le recordásemos; mañana porque llega un nuevo cachorro con su sangre que le habría hecho reir, y posiblemente llorar y que nos hará llorar a todos como ocurrió con el otro recordándole a él, su ausencia.
¡Cuánto te echamos de menos!
2 comentarios:
Esos vacíos nunca se llenan. Quizás sean las únicas heridas que el tiempo es incapaz de hacer cicatrizar. Miremos atrás con una sonrisa por los buenos recuerdos que nos quedan.
Un besazo indomable.
no se curan pero se sobrellevan
Publicar un comentario