Las cuentas han salido: no bien, pero han salido. Ya advertí que soy de letras.
El camino ha ido llegando a buen puerto, como me desearon hace unos días los mismos que se interpusieron en él. He hecho alguna etapa acompañado; la mejor compañía, la suya: Él, que dijo no querer acompañarme el día más importante, lo hizo al final. Madrugó conmigo, me acompañó con sus propios nervios, siguió con su mirada mis paseos por el pasillo, escucho mis susurros recitando, recorrió el pasillo cuando yo no lo hacía, escuchó tras la puerta mi intervención. Se le encogió el cuerpo cuando me paré, pero respiró tranquilo cuando salí y me animó al ver que no salía contento. Por fin, a Él sí que le salían las cuentas, pero no echaba campanas al vuelo porque no le dejaba hacerlo.
El camino sigue, porque no hemos llegado al final. Sólo hemos cumplido con éxito una etapa. Y ahora que hemos alcanzado una meta, no pienso rendirme con otras. Quiero contar con Él también, quiero que esté conmigo más veces.
Ahora queda recuperar las horas de sueño que no termino de recuperar. Y no sé si las recuperaré pronto porque todavía quedan algunos flecos. Pero me voy de vacaciones, lo necesito como nunca. Esta era la entrada prevacacional.
4 comentarios:
Enhorabuena. Si es que han ido las cosas tan bien como se deja entreleer.
Si, chega un día en que as contas saen aínda que un non termine moito de crelo.
BKS
Hola chico, espero que estés pasando un buen verano, yo estoy un poco desconectado ahora aprovechando el tiempo de playa, pero sigo por aquí. ¡¡saludos!!
siempre es bueno salir adelante, como sea pero adelante y cumplir con éxito las etapas que nos marca el camino de la vida
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