05 enero 2007

fedenava

Le debo mucho: la mejor compañía en el momento más crítico, el aliento más sano y desinteresado y el hecho de mantenerme en el recuerdo con cariño. Yo también le acompañé a mi manera y, desde luego, lo recordaré siempre con muchísimo cariño.
La otra tarde, cuando me dijo que no se encontraba bien, no dudé en ir a verlo, por primera vez, y fue como si nos hubiéramos visto todos los días.
Todo irá bien porque se lo merece.

No hay comentarios: