27 abril 2007

guaridas, refugios, criptas...

Cada bestia en su guarida sabe dónde colocarse para tener la temperatura adecuada o recibir la luz que le interese; cada bestia en su refugio tiene su orden establecido aunque a otras bestias les parezca desordenado; cada bestia en su cripta abre y cierra puertas cuando y donde quiere.
Que no se empeñe ninguna bestia en recolocar, abrir o cerrar puertas, o climatizar el neobestiario porque no está permitido: el neobestiario ya tiene su lenguaje propio, su fondo, su fuente, su termostato, sus luminarias, y sus adornos, y carece de muchas cosas que otras bitácoras tienen por decisión del fisiologus y, si alguien quiere, por aquello del minimalismo, o por conceptismo, o por vaguería de la bestia, que también gusta de ello.
Buen fin de semana.

25 abril 2007

bestias profesionales

Recorrer un largo pasillo de nueva construcción tantas veces como haga falta y unas cuantas más para que no falte gente en el camino y para que el pasillo tenga la funcionalidad de la que hace gala. Recorrerlo y evitar al mismo tiempo que nadie más lo recorra, es la función principal de estas bestias profesionalizadas.
Otras bestias profesionalizadas tienen otra función, similar pues también consiste en recorrer esos mismos pasillos, pero con otra finalidad que es la de buscar en cada extremo del pasillo algún documento con el que contribuir a la deforestación mundial, cuantos más mejor. Y ofrecerlos como fruta madura cuando no son más que amargas piezas que sólo sirven en el mejor de los casos como extrañas muestras de frutas deformes, enormes, de las que salen en televisión como extraños sucesos de la naturaleza.
Son bestias trabajadoras en grado sumo, pero cuyo trabajo no da fruto sabroso. Su fruta es amarga al paladar del resto de corredores de pasillos. Ellos no dejarán en ningún momento de ofrecer su amarga fruta y cuando la hayas probado y descubierto su verdadero amargor, te ofrecerán un azucarillo para endulzarlo o suavizarlo, pero nunca serán capaces de ofrecer un fruto dulce, sabroso, pero sobre todo, bien maduro. No hay fruta madura en la despensa de estas bestias profesionalizadas y trabajadoras.

20 abril 2007

bestia actualizada

Han pasado la convalecencia, las vacaciones, un par de semanas más de trabajo y ha pasado sobre todo el tiempo; mucho tiempo sin pasar por aquí y sin pasar por las bitácoras que frecuento -aunque debiera decir frecuentaba, pues hace más de un mes que no las visito y necesitaré un pequeño esfuerzo para actualizarme: la mia y las de los demás, pero lo haré con gusto-, sin recorrer esta segunda existencia que parece que tengo.
En todo este tiempo he vuelto al trabajo con renovadas fuerzas y me parecía que no lo necesitaba, pero a medida que pasaba el tiempo me daba cuenta que más que necesitar recuperación lo que necesitaba era recarga, renovación. Y parece que lo he conseguido.
He vuelto a encontrarme con las bestias maestras, las cotidianas, aunque como me las encuentro en otra selva parecen distintas. Sólo hasta que cada una encuentra su rama, su cueva, su madriguera; cuando la tienen y se instalan -nos instalamos- seguimos siendo los mismos prácticamente. Yo estoy renovado, actualizado, pero otros siguen en su línea, conservadores ellos de sus costumbres.
Parecía también que, a la vuelta, encontraría el camino abierto, pero me lo cerraron al día siguiente y no creo que me abran las puertas hasta dentro de un tiempecito: lo que no sé es si estaré dispuesto a cruzar el umbral entonces, soy así de chulo de boquilla pero ya veremos.
Esperaba también algún reencuentro que otro pero no ha ocurrido, aunque sí que me encuentro llegadas nuevas que recibo con agrado. Son llegadas que exigen una actualización mayor que la que traigo, si no mayor al menos de otro calado, más tecnológica, y quien me conoce sabe que la tecnología no es lo mío aunque estoy en el carro -ya se ve-.
De cualquier manera, voy rapidamente a darme una vuelta por las bitácoras para terminar de actualizarme casi del todo.
Bienhallados.