20 abril 2012

salud, dinero y amor

No puedo quejarme de picores, ni dolores, ni de tomar medicinas, porque estoy sano; no puedo quejarme de recortes, ni de ajustes, ni de impuestos, ni de recibos porque trabajo; no puedo quejarme de que estoy solo muchos días, porque lo tengo a Él.
No me quejaré.