28 enero 2009

caminos varios

Tengo todos los condicionantes para disponer de más tiempo aquí que en mi última morada: me lavan, me planchan, me guisan... pero no tengo tiempo ni para ir al gimnasio, cuando no fallaba ni por pereza.
Una de las razones que me trajo aquí se ha desvanecido, y creo que es mejor así para todos, sobre todo para los dos afectados directos, aunque es cierto que a los dos, en algún sentido, nos gustaría que las cosas fueran de otra manera.
Pero hay alguna oportunidad de que me quede si aceptara otras responsabilidades que nada tienen que ver conmigo, que afectan al entorno, a lo social, y que no sé hasta donde me requerirían.
Él no dice nada, cualquiera de las dos opciones lo dejan en el mismo sitio y todavía por algún tiempo: en esto ninguno de los dos hemos dado ningún paso. Y ninguna de las opciones facilita darlo tampoco. Tampoco lo dificulta.

18 enero 2009

camino sobre un mar de dudas

Cada vez que una llave se cae delante de mis narices me entra un nerviosismo directamente proporcional al ordinal que la llave tiene por lo que voy poniendome más nervioso por momentos. Cualquier noticia absurda que alguien me dé puede causar estragos en mi estabilidad y mi cabeza puede perder el rumbo en según qué zonas de mi cerebro.
En el camino las puertas están mayoritariamente abiertas, pero una rendija abierta en alguna de ellas hace disparar mis elucubraciones y en estos últimos tiempos ya he proyectados vidas distintas en distintos lugares -todas maravillosas, para quienes piensan que soy pesimista- pero todas tan distintas... y tan distantes...
Mi madre, la más inocente de las madres en lo que a su hijo -o sea: yo- se refiere, por mucho que me conozca como hijo suyo que soy, se ha permitido en la comida hacer un comentario tan inocente como ella, pero que puede ser el culpable y detonante de un gran cambio. Pero como es la enésima llave que se me cae delante de las narices...
Estoy en un mar de dudas en medio de un camino seco.

11 enero 2009

semáforos

7:30 A.M. la puerta del garaje; se abre el semáforo de la izquierda y bajan rápidos veinte coches; semáforo en rojo y ya puedo salir cruzando la calle hasta colocarme en el semáforo; esperar verde; salir pitando hacia la M-30; 7:37 A.M. la autovía fluye hasta el nudo sur; atasco; 7:43 A.M. circulo lentamente, frenando, primera, segunda, vuelta a frenar, primera, segunda, tercera, freno, sigo en tercera; 7:52 A.M. te incorporas por mi derecha, me acompañas hacia mi salida; 7:59 A.M. salida Alcalá, puente de Ventas, el semáforo en rojo hasta seis veces; te miro seis veces más; no me miras; 8:03 A.M. me sigues, te sigo, nos acompañamos, los dos en primera línea para salir del semáforo; semáforo en verde; los dos sobre el puente; esta vez me miras, te miro; semáforo en verde otra vez. Pero tú te vas por la derecha, yo continúo por Alcalá.

05 enero 2009

mi carta de Reyes

Ya, ya sé que he dicho, queridos Reyes Magos, que no quiero morirme sin follar con un negro, pero podéis decirle al rey Baltasar que, si él no quiere, no tenemos por qué hacerlo. Dicho esto, quiero daros las gracias por el año que me regalasteis y que he disfrutado junto a Él, que ha sido lo mejor: poder seguir disfrutando con Él.
Este año ya lo tengo casi todo. Y lo digo así porque me conformo con lo que tengo pero ya sabéis que estoy muy pendiente de mi camino y pronto se decide una de las etapas importantes de este trayecto mio. Sabéis también que no depende de mi, que yo ya he hecho lo que tenía que hacer y que creo haberlo hecho bien, de la mejor manera que he sabido. Es en este punto donde podéis intervenir vosotros y regalarme este año un buen destino que favorezca mi relación con Él y con mi familia, que puede disfrutar de eso que llaman conciliación familiar y que yo también merezco aunque no hable aquí de la familia tradicional tan defendida, pero que es mi familia y la necesito conciliada, que no conciliar.
Puede ser que pida mucho y que no lo merezca, pero yo lo quiero a Él, no quiero perderlo ahora, no me he cansado de Él y no quiero que Él se canse, así que a lo mejor podéis echarme también una mano en esto: regaladle a Él mucha paciencia conmigo porque debe de estar agotándosele.
Os espero durante este año, hay tiempo, no hay prisa, y os deseo muy buen viaje. Hasta el año que viene.