pcdpendencia

Una semana sin acceder a mi bitácora como yo quisiera y se me ha hecho eterna. Además, sin poder mirar tranquilamente mi correo, ni poder charlar con algunos amigos, ni con Él esta semana que trabaja de noche...
Ya me veo bastante dependiente del móvil: lo cargo a todas horas para no quedarme sin bateria, no salgo de casa sin él, lo miro a cada momento... Y ahora dependo también del pc; y tendré que comprar un pc portátil para mis oposiciones y para mis cosas, ahora sí que lo necesito.
Me estaré convirtiendo en un ejemplar de los que pertenece a esa nueva catalogación de las revistas de tendencias: el tecnosexual. Las revistas de tendencias también hacen su propio bestiario.
En fin, espero que no sea grave.

el enreda

¿Quién me mandará a mi meterme en camisas de once varas?
¡Pero qué torpe!

otro inutil

Hoy el Delegado de Educación de Cuenca envia fax a todos los profesores interinos instándonos a comparecer en septiembre en el centro de trabajo y a ponernos a disposición de la directiva del centro -sus inútiles secuaces- puesto que tenemos contrato hasta el día 15 del mes.
¿Quién creía el delegado que iba a poner las pruebas extraordinarias de septiembre? ¿Quién creía el delegado que las corregiría? ¿Quién creía el delegado que asistiría a las avaluaciones a promocionar o no a los alumnos y a realizar el consejo orientador? ¿Quién creía el delegado que éramos? ¿Con quién creía tratar?
Todo esto, dice el delegado, que redundará en el reconocimiento de la profesión por parte de la ciudadanía. Según el delegado nuestra profesión está muy denostada, muy poco valorada, y, al parecer, parte de la culpa la tenemos nosotros que no trabajamos lo suficiente y siempre buscamos excusas para no trabajar. Esa es también la razón por la cual en nuestro centro habrá alumnos en clase hasta el día 24 mientras que en otros centros el delegado ha permitido que los alumnos dejen sus actividades lectivas el día 22. Será que nuestra profesión está escasamente valorada en el pueblo donde se encuentra el instituto mientras que en el resto de la provincia de Cuenca se valora por encima. ¿Tendrán algo que ver las conjunciones planetarias de dos o tres planetas -más bien satélites- inútiles?
¡Cuánto inútil!

ten shin han

Debe de ser el nombre de un personaje de manga. El manga es un mundo fascinante, muy diverso... En una ocasión busqué en google sobre música electrónica y fui poniendo en el buscador varios términos musicales ligados a ella. Esos términos me llevaron por caminos variados: desde el drum und bass, al arte queer, pop art, deconstrucción -incluso-, y en algún momento me llevaron al manga: me quedé en el yaoi y el lemon.
Ten Shin Han podía haber sido Beltenebros. A mi me parece que le cabe mejor, pero él eligió.
Apareció discretamente, despistado, desubicado... había perdido a su chico, a su padre, su trabajo, su negocio... sus amigos... quería cambiar de aires y lo consiguió. Más tarde de lo que él hubiera querido probablemente, pero lo consiguió. O poco a poco lo va consiguiendo. Quizas Ten Shin Han sea un superhéroe. Aunque se reiría si se lo dijera.
Es natural, sencillo, sin estridencias, un tio normal, con un comportamiento normal, sin sombras. Es un tío gris, del mismo gris de sus canas, del mismo gris de sus camisetas. Es pálido.
Es serio, formal, decente...
Los hay.

el tonto (II)

Si es que hay muchos.
En pleno debate reivindicativo y con la intolerancia manifestándose en las calles -¿Cuándo se ha visto una manifestación para eliminar derechos?- me sale un tonto que dice no salir del armario por no ser comparado con travestís, transexuales, locas emplumadas y demás bestias homosexuales. Según él los homosexuales han de ser machos solamente -en el caso de ser hombre- y hembras, pero no admite "deformaciones sexuales". ¡Toma tolerancia!
Ahora, él es libre de pensar lo que quiera y encerrarse por los motivos que le dé la gana. Como los del Foro de la familia y compañía. Yo pensaba que uno se manifestab para exigir derechos y nunca para eliminarlos.
¡Pero cuánto tonto! ¡Y todos de derechas!

chapeau

Leer el periódico me emociona: Hussein Hanoun relata en París su largo cautiverio con la periodista Florence Aubenas.
Dice Hanoun: "Tuve la ocasión de escaparme dos veces. La puerta estaba abierta ante mi y podía salir. Pero no podía dejar a Florence sola"
Me parece más grande incluso que el amor.
Además, justo al lado la columna de Juan José Millás, La familia.
¡Chapeau!

outing

Hajor y yo estamos compartiendo muchas cosas ultimamente: confidencias, ratos, amigos... y a Manuel, como ya compartimos a Juanjo.
Manuel apareció un día buscando con quien compartir, con quien salir, con quien estar algún rato... y no le dije que no, como decente que soy -fisiologus, ya no te digo nada- así que acepté comparitr con él, y salir... Manuel enviaba mensajes cortos por móvil y correos electrónicos por cualquier motivo y en cualquier momento. Cuando tardabas en contestar se ponía nervioso y volvía a enviar otro para comprobar qué no pasaba nada, que lo habías recibido y que aceptabas lo que decía. Podríamos decir que tiene razón Hajor diciendo que se ponía pesado. Pero yo soy decente.
Manuel desapareció un día cuando, en uno de esos ratos que compartimos, comprobó que un primo suyo y yo éramos conocidos -habíamos sido compañeros de instituto durante tres meses- y que aquello podía dar con sus huesos fuera del armario. ¡Qué desastre!
Ni que fuera yo de la plataforma esa del PP.

El chorizo

Es sucio. Muy bajo y de muy mala clase. Pero alguien tenía que hacerlo, porque de todo hay en la viña del señor -que dice mi madre- y a todos nos toca alguno. Esta vez le tocó a Él.
Yo sospechaba que algo así pudiera ocurrirle; y Él dice que también temía algo parecido pero no tan flagrante. Le cobraba a Él 350 euros, otros 350 a Blas y ella sólo pagaba 100. A la hora de renovar el propietario les subía otros 100 y ya no podía seguir mintiendo porque se delataba, así que dejaba colgado a todo el mundo sin preocuparle la situación que tuvieran.
Ahora a instalarse en otro sitio, con otra gente, a dar nuevas explicaciones... Como diría Él: "¡en fin!"
¡Qué hija de puta!

Hajor

Hajor es el que está solo; está solo como está sola Rosa. Se sienten solos.
Les gusta sentirse queridos, admirados, mirados, lamidos, relamidos... sí, porque les gustaría ser el centro de atención siempre, en cierta manera, claro.
Muchas veces se olvidan, muy a menudo lo hacen. Se olvidan de que quieren ser queridos y viven el momento sea cual sea: una comida, una clase, un negocio, una llamada de teléfono... Pero ellos hacen que sea siempre. Cuando se acuerdan de que quieren ser queridos piensan que se encuentran así en todo momento. Eso les hace sufrir.
Menos mal que lo aprendí pronto.

el médico de la soledad (III)

Hoy me he convertido en médico de la soledad de Hajor. Y es que hay muchos médicos de muchas soledades. La soledad de Hajor requería cierta terapia; aunque no queria aceptar al paciente como tal, lo he hecho. Soy un médico decente -fisiologus, nunca te acuerdas de hablar de él-, pero eso se lo digo a todo el mundo.
Pero es verdad, soy decente: no le niego a nadie una consulta si me lo pide.
Yo he tenido médicos que han llegado como pacientes, luego han querido convertirse en médicos y cuando no he querido jugar a médicos se han declarado objetores de conciencia. Yo no lo he hecho nunca, pero eso no quiere decir que no sea capaz de hacerlo. Sólo que me niego: no quiero dejar a nadie en la estacada. Cuando me presenté como médico-enfermo, hice mi propio juramento hipocrático: no decir que no a ningún paciente ni a ningún médico.
Hajor ha sido un buen paciente, y espero que siga el tratamiento. El tratamiento lo elegirá él en los próximos días. Soy un médico muy peculiar, lo sé. Pero además, puede acudir a la consulta cuando quiera. Algunos médicos se han negado a darme un segundo diagnóstico, o a recibirme para una segunda exploración. Yo no soy de esos, yo soy decente. Otros que sí me han atendido en varias ocasiones se han negado a terminar el diagnóstico, o a darme los resultados: la excusa de que se habían perdido, que acudiera a otro especialista...
En fin, no me ha gustado mucho ir al médico, pero cuando voy me gusta que se me atienda como es debido. Espero que Hajor haya quedado satisfecho, y si no que pueda quedar satisfecho en próximas consultas.
Suerte con el tratamiento Hajor.

el médico de la soledad (II)

Tengo que desconfiar de estos médicos. Aunque a veces se me olvida.

el médico de la soledad

Llega cantando una soledad no deseada y se queda porque quiero, porque me gusta curar esa enfermedad; pero con el tiempo el cántico de la soledad se convierte en berrido o en burla. A partir de ese momento se convierte en médico de la mía: una enfermedad que no es tal.

Resulta que la soledad no es un mal que nos afecte tanto como vendemos... a ninguno. Lo he comprobado.

El enfermo de soledad es crónico, desde luego, y su enfermedad se agudiza por etapas. En esas etapas hay enfermos que son capaces de cualquier medicación, incluso de sobredosis, y en ese trance se puede hacer cualquier cosa. Dependiendo de la dosis uno es capaz de hacer y de decir cosas que no diría en otras circunstancias. Si nos repitieran lo que dijéramos en esos momentos, o lo que hiciéramos, lo negaríamos.

Una vez instalado lo acoges y se queda si quiere, pero cuando oye algo que no le gusta se va. Se puede ir incluso repetidas veces, y volver al rato, o a los dos días, o tres meses después. El médico es siempre muy paciente -¡qué paradoja!- y se convierte en paciente muchas veces sin darse cuenta -¿será la misma paradoja?-.

Pero es ahí cuando falla y el paciente convertido en médico, y el médico en paciente, confunden sus roles, los interpretan mal, cometen errores... y alguno de los dos no consiente más... se vuelve a ir.

De nuevo la soledad ¿del médico?, ¿del paciente?: ¿quién es quién?

el inutil

¿Quién no se ha topado alguna vez con uno?
Tengo que pedir la sala de audiovisuales con una semana -al menos- de antelación, si no pueden surgir problemas. ¿Cuáles? Los desconozco. Nunca me acuerdo, o me da idea de utilizarla dos días antes; tengo complicidad con la conserje y no pasa nada.
Pero un día me encontré con el director en el momento de pedirla y menuda historia. Agitaba la mano derecha -fundamental- con los dedos índice y pulgar conectados, y la movía en todas direcciones cual si fuera director de orquesta, mientras explicaba las excelencias de su disciplina de centro.
Hoy la mitad de los compañeros han tenido que cambiar sus fechas de exámenes en 1º de Bachilerato porque la jefatura de estudios había elaborado un calendario para ello al que habían dedicado largo tiempo intentando no perjudicar a nadie solapando fechas. ¿Qué creerán que habrán hecho mis compañeros al consultar a los alumnos sobre posibles fechas de examen hace un mes? ¿Serán tan tontos los alumnos para solapar fechas de manera que los únicos perjudicados sean ellos?
La mayoría de los instutos de la comunidad terminarán sus clases unos días antes de lo previsto porque sus directores ya han movido ficha o los delegados correspondientes ya han propuesto una fecha distinta. Me apuesto algo gordo a que nosotros estaremos en clase hasta el ultimo momento: 24 de junio a las 14:10, en pro del prestigio de nuestra profesión.
Si no fuera por ellos...

cabezas locas

¿Qué buscarán estos jovencitos descerebrados? Te asaltan y luego no saben qué es lo que quieren.
Menos mal que uno es decente. Algún día hablaré del decente. Recuérdalo, fisiologus.

homofobia

Si ya lo ha escrito todo Maruja Torres en su columna de El País: este país es hom´fobo lo miremos por donde lo miremos; aunque se esté aprobando una ley que parezca decir lo contrario y que acepte la generalidad, aparecen casos concretos que demuestran que no es cierto.
Un niño de siete años no va a poder ver a su padre -separado de su madre- tanto como debiera porque a un juez le parece que el padre ha dejado de serlo por pintarse los labios y las pestañas. ¡La caña!

sancho

Desesperarse por la soledad es lo peor que uno puede hacer. Al menos me lo parece. No tengo la sensación de haber sentido esa soledad aunque si cierta desesperación. No es muy recomendable instalarse en ella. Ni en la desesperación ni en la soledad.
Cuando he sentido la soledad he buscado compañía y cuando la desesperación atacaba he buscado compañía.
No sé si es esa la solución, cada uno busca las suyas. Y hay quien en la desesperación, se aisla en su soledad. También es cómodo y puede resultar fructifero, ¿por qué no? En soledad se medita, se expresa uno en si mismo, pero... no sé... ¿Cómo le fue a Hamlet? Y buscar acomodo en la compañía puede resultar también agradable; es agradable ciertamente siempre que la compañía es adecuada. Lo que ocurre es que en casos de desesperación no suele encontrarse. No sé si a Don Quijote le fue bien con Sancho, o mejor dicho a Sancho con Don Quijote.
¿Seré buena compañía? No sé si tendré que plantearme dejar de serlo: convertirme en Sancho no me apetece nada. Pero bueno, tampoco me incomoda, me siento bien.
Espero que mis Sanchos también se hayan sentido bien. Ya sé que algunos sí. Gracias.

Es tan fácil decir que no como decir que sí.
Es fácil pedirle a alguien que no diga que no, pero no nos dejamos convencer cuando nos lo piden a nosotros. Tenemos bien claro cuando hemos de decir que no y cuando debemos decir que sí.
Comparto mucho con quien me dice que no. También lo comparto con quien quiere convencerme de que diga que sí. Y, por supuesto, con quien dice que sí.

recuperación genial

Nunca se sabe que va a pasar. No se puede pensar que todo acabó solo porque tú lo decidas. Cuando menos lo esperas, aquello que tenías casi olvidado, aquello que preferías olvidar para no hacerte daño o no perder más tiempo pensándolo, vuelve a ti como si no hubiera pasado el tiempo, como si no hubiera pasado nada.
A veces eso que quieres olvidar desaparece por cobardía, por miedo, por causas ajenas, externas...
El caso es que desaparece y lo vas olvidando, porque no se puede olvidar así como así, y de repente lo encuentras de nuevo con otras fuerzas, con otros brios...
Anoche apareció alguien que había desaparecido y que pensaba que no volvería a encontrar. No solo apareció sino que comprobé que no había olvidado nada y que nunca quiso desaparecer. Hubo emoción contenida y compartida. Fue genial.

el tonto (I)

Si antes hablo, antes tengo que callar.
No pensaba hacerlo pero me lo han puesto a huevo: estoy hablando ahora con un tonto -¡...el caso que le estaré haciendo...!-.
No lo conozco personalmente, sólo hablo con el a través del ciberespacio -afortunadamente- y muy de cuando en cuando. Siempre es él el que se pone en contacto conmigo, yo no lo consigo casi nunca, y si lo consigo es por la misma razón por la que él me busca.
Hoy -como casi siempre- me llama para decirme que va a salir de copas con unos amigos superinteresantes y guapísimos con los que se lo pasa siempre genial. Además ya es el tercer o cuarto día consecutivo que sale con lo que se encuentra supercansado; sobre todo también porque ha follado mucho y con distintos hombres a cual mas guapo, interesante y atractivo...
Hacía un mes que no me buscaba para contarme esto.

grises

No tenía un objetivo claro con esta bitácora, no pensé en dedicarla a nada concreto; quería que las cosas fueran saliendo y se fuera creando sola. Pero sí que es cierto que el nombre que le puse se debe a uno de los posibles objetivos: crear una fisiología de tipos a partir de la gente que conozco y ponerles nombre.
Es imposible hacerlo. Al menos eso creo ahora y eso pensé cuando se me pasó por la cabeza justificar el título de esa forma.
Sí que creo que describo a quienes conozco a través de lo poquito que llevo escrito hasta ahora, y en la mayoría de los casos esas descripciones me sirven para contar aquí lo que me apetece. En esto sí que he cumplido y ha cumplido también la bitácora.
La imposibilidad de crear esos tipos como figuras fijas con características fijas no la descubro yo ahora, ni mucho menos. La historia de la literatura ya se dio cuenta hace muchos años y abandonó los tipos para crear personajes más ajustados a la realidad. ¡Qué pretencioso parezco! Pero no es así, no tengo intención de hacer literatura en esta bitácora.
Sí que tenía intención de ponerles un nombre a cada una de esas bestias que creara esta blog, pero también me resulta imposible. Sería como poner etiquetas a la gente y nunca lo he hecho, nunca me ha gustado que me las pongan, y esa debe ser la razón de que me resulte difícil hacerlo, tanto que me resulta imposible. Cuando lo he hecho (quijotes y hamlets, 17 de mayo de 2005) me he aprovechado de la clasificación que ha hecho otro y eso seguiré haciendo siempre que pueda. Pero no puedo encasillar a mis tipos en esas clasificaciones por que no somos blancos o negros solamente. Entre el blanco y el negro, los grises son infinitos.