24 abril 2008

bestias que perdí (V)

Lo encontré en un sitio que parecía preparado para nosotros solos y allí fuimos acomodándonos al espacio y acondicionándolo para nosotros. Fuimos ampliando la sala, abriendo la puerta y en poco tiempo conseguimos sentirnos como en casa en un espacio un tanto frío. Nosotros lo hicimos cálido.
Fuimos llenando la sala de almohadones de sensaciones y cuadros de pensamientos. Compartimos todos esos enseres y los complementamos con otros. Todos ellos estaban cargados de nosotros.
Ampliando las salas llegó Él y, lejos de ser el final para nosotros, continuamos compartiendo cosas en nuestros aposentos, pero sin compartirlo a Él.
Cuando le dije que había un cuadro que no quería poner, lo cogió, se marchó, cerró la puerta y no volvió.

23 abril 2008

estrés

Cuando les subieron el sueldo ya pronostiqué problemas. Lo dije como una tontería, la típica broma que se hace en casos similares, pero con el tiempo encontramos ejemplos de que la tontería vence.
Pero no es ninguna tontería que un directivo deje de ser compañero a la mínima que se siente engañado sin saber si lo están engañando o no. Y luego, cuando realmente lo engañan, son incapaces de ponerse en su lugar. No entiendo la subida de sueldo si atiendo solamente a esto.
Esto se suma a lo otro y a lo otro y acabas resintiéndote del estrés hasta el punto de bajar tus defensas -a veces pienso que me bajan hasta las intelectuales- y caer rendido ante el médico con lo poquito que me gustan -y eso que el de urgencias no estaba nada mal-. Además tampoco soy yo de los que se dejan la piel en el tajo, que no me pagan lo suficiente, pero para una vez que lo hago se me caen todos los palos del sombrajo. Será la última seguramente.

07 abril 2008

250

Casi tres años después, andamos ya por las 250 entradas en esta bitácora que ha paseado lenta un tiempo, corrió veloz en sus inicios y que mantiene su ritmo a ratos, cuando a este que escribe se le ocurre alguna cosa que dejar dicha en ella.
En estas 250 entradas se ha quedado un poco de mi, del que quiero ser, o del que quiero que se vea, porque, aunque intente no mostrarme demasiado, siguen pasando algunos a ver y no puedo evitar que pasen incluso otros de los cuales me escondo. Van siendo cada día más: o quizás distintos. Hubo un tiempo en que me escondí de Él, pero le mostré la parte de mi que desconocía un día y poco después dejó de pasear para evitar tropiezos. Ya no ha vuelto más y le basta con soportarme, supongo que también le basta con quererme. Desde entonces cambió esta bitácora, como ha cambiado cada vez que le ha ocurrido algo a ella o a su editor. Ahora le ocurre que llega a uno de los momentos destacados, pero no sé en qué cambiará: es posible que cambie por nuevas visitas, aunque continuará pues no hay motivo para abandonarla.
Pasan y pasan las cosas, los días, los paseantes, y siguen haciendo camino.

01 abril 2008

confirmación

Tres años después confirmo que le sigo queriendo, que le quiero cada día más, y que, además, tengo la suerte de sentirme cada día más querido. Me apetece más aún acariciarlo, besarlo, hacer el amor con Él y tenerlo cada vez más cerca.
Tres años después confirmo que hasta las dudas me hacen sentirlo más cerca, necesitarlo más. Y la necesidad no me parece un castigo sino una bendición porque me encanta necesitarlo: lo necesito cerca, lo necesito hablándome, quiero tenerlo al lado, y no me siento solo sabiendo que él está en algún sitio pensando en mi.
Tres años después confirmo que he pasado los mejores años de mi vida y que quiero que se conviertan en muchos más... si Él quiere.