30 noviembre 2008

bestias que perdí y que pierdo

Inevitablemente se queda gente en el camino, gente que escoge otro distinto al tuyo, gente que encuentra una puerta abierta en él y la abre para quedarse;estos incluso pueden decidir salir por la misma puerta por la que entraron y continuar el mismo camino que tú, pero no podrán encontrarte con facilidad, no podrán atajarte. Hay bestias que recurren a múltiples medios de comunicación para salvar las distancias, las ventajas en el camino, los trayectos distintos. Otras bestias se pierden en el camino, en las distancias, en los trayectos y no aprovechan los recursos, porque no saben utilizarlos, porque no quieren hacerlo...
Así se entra en el olvido, aunque el olvido se retrase, aunque no encuentre habitación.

20 noviembre 2008

12 noviembre 2008

Hannah

Hannah tomó su decisión y el mundo la admite.
Lamentando las consecuencias que tendrá esa decisión me alegro de que Hannah pueda tomarla por ella misma. Eligiendo tener una vida más corta obtiene una vida mejor.
Suerte y felicidad para Hannah.

10 noviembre 2008

a las bestias venezolanas

Mi solidaridad con el Gordigay y el Oso morboso, blogueros venezolanos que han tenido que cerrar sus bitácoras eróticas porque su gobierno les prohibe exhibir pornografía en la red.
Fue un placer pasear por sus fotos y videos durante este tiempo. Saludos.

09 noviembre 2008

bestias paisanas y ciudadanas

Mientras en el pueblo, quien no saluda al llegar a un sitio lo hace por discreción o por respeto, en la ciudad, quien no saluda es porque no le da la gana. Siempre me he negado a ver demasiadas diferencias en este sentido, pero de vuelta a la ciudad...
La llamo ciudad por llamarla de alguna manera y, sobre todo, por establecer las diferencias que vengo observando en este poquito tiempo que ando por aquí y que me relaciono con sus gentes. Pero no deja de ser un pueblo grande aumiendo así que quizás el calificativo de pueblerino sea negativo por definición, cuando lo que trato de mostrar es precisamente lo contrario. Tengo prejuicios, admito.
Prefiero el saludo del desconicido que pretende ser simpático en la calle del pueblo cuando se encuentra conmigo, forastero, pasando por la puerta de su casa. El paisano sólo pretende un acercamiento para comprobar como habla el forastero, si es capaz de saludar, y luego imaginar su vida y las causas que le han llevado a pasar por allí. El ciudadano no saluda por no ser el primero que rompe el hielo no vaya a ser que no reciba respuesta y se sienta agraviado por ello; siempre esperará a que salude el otro y, en tal caso, desconfiará de que haya sido por equivocación, con lo que en una segunda oportunidad se sentirá tentado de probar de nuevo y no saludar.
Cuando se encuentren el paisano y el ciudadano, será el paisano el que salude, será el ciudadano quien no conteste, y dejará al paisano pensando en lo mal educados que están en la ciudad y en lo triste que debe de ser la vida de ese ciudadano forastero que ha tenido que encontrarse con el paisano por la calle sin darle oportunidad de saludarle de nuevo.

01 noviembre 2008

pasa la vida

Como mi sobrino se despierta pensando en inglés y no quería dejar de entenderlo, me matriculé en inglés después de haberlo pensado tantas veces; como mi aparato fonador ha sufrido tanto en este tiempo y no ha tenido oportunidad de ser atendido; como mis cervicales se han ido tensando tanto en el mismo tiempo y casi por la misma causa sin haber podido relajarlas como se merecían; como llevaba tanto tiempo sin ver a mi dentista; como llevaba tanto tiempo sin darme una paliza de trabajar; como llevaba tanto tiempo esperando asistir a ese curso que sólo los elegidos hacen; como no he tenido nunca tiempo de hacer nada ahora lo hago: voy a clase de inglés, voy al logopeda, al fisioterapeuta, corrijo textos absurdos de mis alumnos que luego ganan concursos, hago cursillos de formación que me resbalan. Y no encuentro el momento ni la inspiración de escribir nada aquí como lo he hecho durante tanto tiempo.
No me he decidido a cerrar la bitácora porque no creo que haya que hacerlo por si cualquier día como hoy le apetece a uno escribir algo, lo que sea, y porque considero que algunas cosas se cierran solas sin necesidad de hacerlo a golpes. Cualquier día puede ser el último de una manera inconsciente, o el que conscientemente es el final se convierte de repente en vísperas de otro.
Mientras tanto he recurrido a los famosos, aunque poco exitosos memes, y he leído también la bitácoras de los que me han dejado leer, de los que han escrito pensando en mi, de los que escriben para entretener, de algunos como yo que dejan aquí algunas impresiones, ideas, asuntos, sucesos... para que los demás los leamos sin más independientemente de que hayan pensado en mi, de que entretengan o de que dejen aquí sus ideas o las de cualquier otro.
Lo que ocurre es que hay cosas que se resisten a dejarse morir y esta debe de ser una de ellas. Y me obliga a venir aquí a diario a ver si alguien ha querido decirme algo, algún viejo conocido o alguno nuevo por conocer. Y no se deja morir porque el flujo del pensamiento me lleva en multitud de ocasiones a caer en la cuenta de algo que cabe en este lugar aunque luego el tiempo no me permita traerlo, y cuando puedo venir a traerlo, el pensamiento me lleva por otros derroteros y no me deja escribirlo aquí.
Así pasan los días de esta bitácora y de este navegante, que sigue mirando el mar de retratos, bestias, objetos, momentos, caminos y rutas por las que transitar, que sigue mirandole a sus ojos morenos sin que Él se de cuenta de lo que le gustan.
Así pasa la vida aunque no se cuente.