31 diciembre 2005

FELIZ 2006

bestias incomprensibles

Repaso del año para comprobar que las protagonistas indiscutibles son bestias incomprensibles: la madre naturaleza, el amor y el odio.
Fuegos devastadores que arrasan con la vida de bestias humanas y animales, como también lo hace el agua salvaje en lugares distintos a los que no reciben una gota y obligan a sus bestias a huir para vivir mejor aun a riesgo de ser devueltos en condiciones incomprensibles.
El odio incomprensible de aquellas bestias que protagonizan las guerras y el terror sin argumentos ni diálogo.
Y el amor que incomprensible y afortunadamente se acomoda en algunas bestias para su solaz y que deberá esforzarse para instalarse en otras inhundadas y arrasadas por el odio.
Feliz 2006 de amor.

29 diciembre 2005

la bestia bombilla (metáfora lumínica)

Vas dando distintas oportunidades, no cierras las puertas, aunque no ves clara la luz al final del tunel te metes por si eres capaz de llegar al casquillo y cambiar la bombilla. El fabricante prometía muchas horas de luz, pero al poco tiempo comienza a fallar. Intentas mirar el casquillo por si el problema está ahí; repasas los cables por si fuera esto otro; llegas a pensar que en las revisiones has tocado donde no debías.
Al final la bombilla se funde, como todas.

18 diciembre 2005

familia convencional

Las bestias se agrupan en familias a las que pertenecen por nacimiento. Son agrupamientos de la naturaleza pero que también sucumben a la convención. Y en la mayoria de los casos son fruto de la convención: la familia no se elige. Cada bestia se refugia en la familia cuando no tiene a nadie aún, o más exactamente lo refugian, lo acogen.
Con el tiempo la bestia va creando su propia "familia": un grupo al que pertenece por derecho, por elección. Los sentimientos hacia esa nueva familia van a ser incluso más fuertes que los que tiene hacia la natural.
Esto le hace ver a la bestia que es más fuerte el miedo a la muerte y sus consecuencias que el dolor por la ausencia. La bestia siente por contacto.

15 diciembre 2005

sentido del humor

La compañera entra en el departamento y encuentra sobre la mesa unos bichos monstruosos enormes que no pueden ser reales y chilla como quien continúa la broma, pero no todo el mundo lo entiende así. Su compañero de departamento -el mismo que el otro día protagonizó una sesión de evaluación de hora y media cuya acta pretendía redactar con todos los detalles, señales de móvil incluídas, por si el inspector lo pedía, y el mismo que aun protestó por la corta duración de la misma y por no poder analizar todos los problemas de sus tutorandos, el mismo que quiere vivir en un silo tradicional...- pues eso, su compañero de departamento reclama al director -culpable por otra parte de la presencia de los bichos- que anule el juego del amigo invisible con el que todos los demás estamos intentando hacer más corta la llegada de la Navidad.
Ha pedido protestar por escrito ante la Inspección de Educación y que el escrito pase por el claustro para ser analizado por el claustro.
¡Cómo está la Enseñanza! ¡Unos jugando y otros...!

13 diciembre 2005

decepción

Aprender que las cosas no son siempre como uno quiere es tarea que todas las bestias tienen que aprender de una forma u otra.
Algunas bestias tienen apariencia conformista y no muestran rabia ni malestar cuando alguien o algo les decepciona; se puede rabiar sin límite aunque no solucionará nada; es posible luchar contra la decepción buscando otras soluciones, pero no sé si se logra vencer o la decepción persiste; otra opción puede ser dejar pasar con tranquilidad...
Tranquilidad.

07 diciembre 2005

crisis bestial

Hay bestias que no se enfrentan a los problemas o que no quieren crisis de ningún tipo. Pero las crisis no son un producto bestial. Las crisis se presentan en la vida de las bestias y son estas quienes tienen que atravesarlas, vencerlas, superarlas...
Algunas bestias no han sido conscientes durante mucho tiempo de las crisis que les afectan, y han creído ser felices cuando por su vida discurrían periodos de crisis importantes que parecían no afectarle. Finalmente han sido conscientes de lo importante de esas crisis y se dejan atravesar por ellas, sufrirlas, para resolverlas.
El reto de enfrentarse a una crisis es una aventura fantástica. Algunas bestias se enfrentan a ellas desde siempre por naturaleza; otras han aprendido a vencerlas desde el miedo inicial, o desde la asuncion de esa realidad primeramente negada; otras dejan actuar a las demás bestias afectadas -algunas crisis no son estrictamente personales- y acatan el resultado o protestan por él, pero se mantienen pasivas ante el enfrentamiento con la crisis; otras en el caso de crisis personales, dejan pasar el tiempo y sufren -o disfrutan- en silencio, sin pedir ayuda...
Conozco una bestia nueva, transformada, dispuesta a enfrentarse a las crisis, a embestir contra ellas... pero desconozco si sabrá hacerlo, si triunfará...
Suerte.

04 diciembre 2005

conocidillos

Entre las bestias que uno conoce siempre se hace una simple clasificación para hablar de ellas según el grado de amistad, afinidad, sentimentalidad... y es tan sencilla como la dicotomía amigos-conocidos. Luego hay bestias que recurren a los conocidillos sin que quepa la de conocidos. Si no lo entiendo mal estas bestias tienen amigos muy amigos, puede que estén incluso muy contados, que sean muy poquitos... y luego un montón de conocidillos: bestias con las que uno toma un café casual; bestias a las que uno saluda efusivamente, pregunta por su salud, por su trabajo, su familia,...; bestias que se usan para obtener algún favor puntual como que te lleven en coche a un sitio, o que te lleven a casa alguna cosa que se te ocurre que te pueden llevar,... ; bestias a las que uno se folla algún día, incluso días consecutivos, incluso temporadas...
Puede incluso que pertenezcan a este apartado aquellas personas que se dignan a escuchar a uno, que dejan de hacer por un rato lo que estaban haciendo por el simple placer de charlar, o por el mero hecho de escuchar... es posible que estos lo hayan escuchado a uno más de una vez... es posible incluso que estén dispuestos a hacerlo en más ocasiones.
Uno a veces se esconde de estos conocidillos por pereza, por cansancio, por desprecio... ¡Qué cosas!