28 enero 2006

los detestables

Además de insistir en citarme literalmente, Pluis pide en su bitácora que le contemos los que según él sean mis "pecados capitales" y, según entiendo en la expresión de los suyos, han de ser expresados como cosas odiosas o detestables. También las llama manias, y puede que este nombre se ajuste más a lo que yo pueda manifestar aquí. En cualquier caso buscaremos las manias o los detestables del fisiologus.
El primero no es necesario buscarlo mucho: no bebo leche. No sé por qué es pero no me gusta; Hace muchos años que no la bebo. Para evitar carencias tomo otros lacteos y algunos de ellos son líquidos, pero es este estado el que no me gusta de la leche; Tampoco me gusta su olor ni su aspecto. Es lo único que puedo explicar al respecto.
El segundo de los detestables no sé de donde puede venir pero: no duermo con el armario ni los cajones abiertos. Esto en mi caso tiene su gracia porque mi armario no esta abierto en ningún momento, ni dormido ni despierto. Desconozco el origen de este detestable: solo puedo decir que soy consciente de él desde que le oí decir lo mismo a Miguel Bosé. Algunos conozco que tienen la misma manía desde que vieron alguna película de terror, de las que deben considerarse de culto, pero no es mi caso porque no rindo culto a ninguna película de terror.
A partir de aquí tendré que pensarlo más porque no me considero especialmente maníatico aunque los que me conocen sí que me acusan de ello en ocasiones.
El tercero podría referirse a mi gusto por el vestir: aparte de no usar calcetines blancos, no uso tampoco slips oscuros y solo uso slips elásticos; no uso el color negro nunca en la ropa; aunque me gustan mucho los colores, prefiero el monocromatismo, y soy un fanático del azul marino, y del azul en todos sus tonos; tampoco uso demasiadas prendas por una cuestión de comodidad.
En el cuarto quizás coincida con Pluis, aunque haya justificado los errores de Él en este sentido alguna vez: me molesta especialmente la falta de impuntualidad; quizás porque yo soy muy puntual: procuro llegar a los sitios con tiempo para no entrar sofocado, me despierto casi siempre antes de que suene el despertador...
Y el quinto...
...pues quizás los olores: no soy un gran experto; quiero decir que no los reconozco a la primera ni mucho menos, pero sí que los detecto con mucha facilidad, resultando incluso pesado cuando detecto uno que los demás no sienten. Y eso que mi nariz no es muy grande, pero parece sensible.
Lo dejaremos así, creo que es bastante fiable.
Lo de expresarlos como detestables me ha sugerido expresar también "los mas apreciables", pero lo haré en otra ocasión, así que atento Pluis porque te los pediré.
¿Qué te parece, Danny Hunting, Te atreves a decirme los tuyos?
¿Y tú, Comelats? Estaré atento.

20 enero 2006

la bestia desafortunada

La dejan plantada en una cita a ciegas; la otra cita que tenía tiene que retrasarse una y otra vez por múltiples circunstancias; cuando, por fin, tiene lugar, un café y un gesto; una nueva oportunidad impropia de su condición no deja satisfecho a nadie y ambos dejan pasar el tiempo; pero es el otro quien, sorprendentemente y sin venir a cuento, reprocha la falta de interés de nuestra protagonista...
Tras comprobar el éxito de sus bestias amigas en determinados ámbitos, decide probar también siguiendo los consejos de estas, pero el resultado no se le parece ni a distancia; busca en las rebajas las mismas prendas que encuentran los demás, pero no hay su talla porque ha engordado más que los demás; para adelgazar prueba los mismos parches que le hicieron perder tres kilos a su hermana, pero no han funcionado...
No ha podido comprar el piso que le gustaba, le suben el alquiler del piso donde vive, se rompe la lavadora...
Deja el trabajo por amor, su pareja le contagia una enfermedad venérea, una vez contagiada la enfermedad llega la ruptura, no encuentra su media naranja en ningún sitio...
¿Es culpable de algo? ¿Es posible tanto desencuentro?
Ya lo creo.

19 enero 2006

neosapo: la bestia desagradable

Bestia torpe y desagradable: el neosapo.
Mientras la mayoría de las bestias reciben millones de sms de felicitación por navidad, el neosapo se encarga de enviarlos con mucha previsión quizás para que le sean devueltos, al menos algunos, para poder presumir como lo hacen las demás bestias; el neosapo prefiere enviar invitaciones por sms por su cumpleaños para que los demás puedan felicitarlo sin olvidarse.
Otras bestias se encuentran con palabras de aliento sin buscarlas y el neosapo no encuentra más que exabruptos y groserías, probablemente merecidas. La bestia desagradable lo es incluso cuando no pretende serlo, porque es verdad que -como dicen los demás- la bestia desagradable lo es por decisión propia: el neosapo se pone desagradable porque le sale de los cojones -o de los ovarios- y parece que lo consigue, mientras que otras bestias son capaces de no parecerlo incluso cuando lo son.
La bestia desagradable nunca acierta: si hay que llamar por teléfono, ella envía sms; si hay que acudir al veterinario, ella se va de compras al centro comercial; si lo más acertado fuera un beso, la bestia desagradable podría dar incluso dos...
El neosapo no acierta ni con los botones que tiene que apretar.

10 enero 2006

otras bestias incomprensibles

Más bestias que pasaron por el 2005 y no quedan en el olvido, ni mucho menos. De la misma manera que unos quedaron, afortunadamente, otros se fueron por distintas causas: otras bestias incomprensibles.
Bestias que se llevaron otras bestias, y que no dejarán que vuelvan: es la vida.
Bestias que han querido marcharse con el tiempo y han esperado al último día; se cansaron quizás de esperar algo que podían haber ofrecido y no lo hicieron.
Bestias que parecen querer marcharse pero no terminan de hacerlo: es demasiado tiempo compartido y no solo eso.
Bestias incluso que se quedan pero que no se manifiestan con la asiduidad acostumbrada.
A ver si el 2006...