30 julio 2007

neobestiario playero

Las neovacaciones se han terminado aunque sigo de vacaciones -ya sé: que qué suerte tenemos los maestros pero, haber estudiao- y durante las primeras he divisado un neobestiario nuevo -valga la redundancia- que describo someramente:
1. la mamá con móvil: señora joven casada con un niño y embarazada de otro que, cansada del trajín diario que da una nena en casa, decide dejar que se encargue ahora de la nena el papá par que ella pueda dedicarse a charlar por móvil con todo el que se deje.
2. el negro con bolsos: ciudadano del mundo que proviene del África más profunda y que viene en busca de pan para los suyos y que sólo encuentra un mercado extraño en el que parece que uno de ellos manda mientras otros sufren el calor del sol y del peso de los bolsos que vende. Su esperanza primera: que un cruce de miradas se convierta en una compra.
3. la china con fotocopia: como si fuera una turista japonesa se te acerca sin que ni siquiera cruces con ella una mirada, te ofrece una fotocapia que no miras, y te farfulla algo incomprensible, que sólo terminas de entender despues de que se dirija a ti por enésima vez: ¿masaje?
4. el joven buscador: ha debido de llegar a la playa a las nueve de la mañana -son las diez y ya está allí-, y debe de llevar haciéndolo desde el mes de abril -no conseguiré su bronceado en mi vida- y pasea por la playa de un sitio a otro, cambia sus cosas de sitio varias veces, se viste y se desviste sin criterio aparente, y parece buscar...
5. la divina estrecha: viene acompañada de las dunas por un fornido joven con ganas, pero ha decidido llevarle a la playa para que lo vean y para explicarle allí que él no folla en la playa porque le da asco la arena, que puede que a la tarde sí, pero que él no hace la primera llamada porque no sabe si va a molestar... le suelta un rollo divino sobre la decoración de su casa -ceniceros de Versace y todo-, sobre el tamaño de su ropero, y sobre su novio, que ellos son una pareja abierta y por eso se pasea por las dunas de Cabopino.
6. las maricas extranjeras: van llegando poco a poco, se buscan, se instalan todas juntas, con sus butacas, sus toallas, sus neveras, sus bolsas con cremas, sus sudokus, sus revistas, sus libros, sus sombrillas, sus esteras... todo lo necesario para pasar un día de playa tan ricamente.
Y algunos más, pero ahora no caigo.

14 julio 2007

neovacaciones

No será necesario decir que estoy de vacaciones -aunque no se note en la bitácora- pero sí que me gusta contar que me voy de vacaciones -pues se trata de cosas distintas y porque esto sí que se suele notar- y me gusta despedirme de ella y sus paseantes. También lo digo porque no tengo otra cosa que decir y porque me apetecía decir algo en ella a la manera de despedida temporal vacacional.
Voy descargado de las tensiones que me suponen la típica y casi tópica revisión vital a la que me someto cada vez que llega el verano y en cuya última edición se han derrumbado algunas esperanzas puestas en el camino recorrido y que el propio camino se ha encargado de hacer desaparecer. De esta he tomado carrerilla para continuar el camino sin intentar abrir puertas que estén cerradas y con la intención de pasar dentro de aquellas que estén abiertas para mi sin más. Ahora sé que el camino será largo, que seguirá siendo de asfalto, de jabre, de piedras, en algunos casos senderos desgastados en la tierra por el paso de las bestias, pero no quedará más remedio que seguirlo recorriendo.
Voy esta vez a descansar -como siempre- pero también a buscar nuevas vías de comunicación con Él, para descubrirlo cada vez más, para que me descubra, para comprendernos hasta donde sea posible y más. Cada día que pasa es una nueva pregunta que me asalta el pensamiento y que no puedo responder sin Él aunque muchas veces, muchas, las contesto yo solo, porque realmente puedo aunque el primer impulso sea preguntárselo a Él. Pero algunas sí que requieren su respuesta. Esas puertas sí que debo abrirlas yo, no las del camino, sí las de su alma, y las de su cuerpo, que también me gusta abrirlas y que también se abrirán estos días de vacaciones para mi.
Vamos también a tomar el sol, a suavizar nuestra piel con la brisa del mar, a cubrirnos de sal marina secada al sol, a dormir la siesta, a visitar Ronda, a ver el Museo Picasso, a comer menos que otras veces, a tomar una copa en el silencio de la noche... y a regañarlo por tardar en salir de casa, por no recoger la toalla, por hacer tanta comida, por dormir tanta siesta...
...vamos a disfrutarnos

11 julio 2007

bestias en comunicación

Leo en una bitácora que sus autores llaman chotos a los mozos que les gustan; con las mismas voy a contárselo a Él y comentamos lo acertado del término o no, pero el problema es que para Él un choto o chota es una cabra -y lo aclara un poco más acudiendo a la expresión estar como una chota, sinónima de estar como una cabra- mientras que yo estoy acostumbrado a utilizarla para denominar al ternero o ternera; pronto lo busco en el diccionario para saber qué dice al respecto y encuentro que recoge las dos acepciones -primero la de la cabra, que a Él le gustará saberlo- y después la del ternero- como sospechaba.
Leo en la bitácora de RAIKO unas piezas de teatro en las que los protagonistas casi llegan a ser los sms que se envían los personajes y las conversaciones de messenger entre ellos... Lógicamente a raiko le interesaba que sus personajes se entendieran a través de estos medios, pero ya he contado alguna vez los problemas que generan, y seguro que muchos lo hemos comprobado.
A través de la bitácora de Tom llegan lectores a la mía que se comunican conmigo a través de los comentarios a los que rara vez contesto para evitar problemas de interpretación como los que estoy relatando o similares...
Y todo porque nuestra lengua y, seguramente, otras ofrecen múltiples posibilidades de comunicación y a la vez de interpretación que pueden hacer que aquella falle por un fallo de esta. Así, la última entrada de esta bitácora -como otras anteriores- no ha sido muy bien entendida. Quizás por que cada uno tenemos nuestros propios símbolos y señales visuales particulares para hacernos entender, o mejor para comunicarnos -porque es evidente que no me hago entender-y no sabemos si el choto es un ternero o una cabra, ni sabemos si los demás se comunican en rosa o en blanco.

03 julio 2007

bestia divina

Me he escapado un par de días para huir del orgullo gay llenando Madrid de provincianas locas y ávidas de carne: ¡no lo soporto! Nos hemos ido a Soria, a empaparnos de Románico, a llenarnos de Gótico, a descansar, a liberar estrés. Además no he tenido que perder ni un solo día de mis vacaciones. Me las tomaré en octubre: prefiero evitar el mogollón. El verano lo dedicaré a ver cine y teatro, que empieza la temporada de festivales: Almagro, Mérida. Algún fin de semana a un spa, a lo mejor. Y en agosto, me quedo en Madrid: ¡está vacio! Es una pasada: pasear por el Retiro, visitar museos, ir al cine, al teatro... tomar algo fresco en una terraza tranquila... ¡es genial! Las vacaciones las dejaré para cuando no haya tanta gente de turista por Europa, que luego sales y no encuentras más que españoles por ahí. Este año quiero visitar Escandinavia, o si no, nos vamos a Irlanda, aunque tampoco me importaría Rusia. Pero un poco fuera de las rutas típicas, fuera del turismo comercial. este año no me fio de lo que me digan en la agencia. No.
¡A que es divino!

02 julio 2007

dos bestiarios

La fiesta del orgullo son dos grandes bestiarios en los que deambulan como pueden múltiples y diversas bestias: en el desfile, bestias hormonadas de torso desnudo, otras emplumadas, muchas en bermuda y camiseta, bestias peludas, las de peluca en el trono, las hijas de otras bestias, abelitas curiosas, modernos papás con niño al hombro, progresistas ubicuos, conservadores ausentes -porque la ausencia es na presencia destacable- y gays, lesbianas, transexuales, bisexuales...; en la fiesta por la noche, meones callejeros, niñatos botelloneros, heteros hormonados dejándose ver, miles de "mariliendres", vecinas desbocadas, maricones machotes, femeninos, machos con lencería, abuelas en el balcón, artistas varias camufladas, vecinos molestos, turistas, extranjeros, provincianos, mirones, sobones, bestias ansiosas de líbidos ardientes...
Para tanta bestia hizo falta más inversión, más espacio y más organización.