04 diciembre 2005

conocidillos

Entre las bestias que uno conoce siempre se hace una simple clasificación para hablar de ellas según el grado de amistad, afinidad, sentimentalidad... y es tan sencilla como la dicotomía amigos-conocidos. Luego hay bestias que recurren a los conocidillos sin que quepa la de conocidos. Si no lo entiendo mal estas bestias tienen amigos muy amigos, puede que estén incluso muy contados, que sean muy poquitos... y luego un montón de conocidillos: bestias con las que uno toma un café casual; bestias a las que uno saluda efusivamente, pregunta por su salud, por su trabajo, su familia,...; bestias que se usan para obtener algún favor puntual como que te lleven en coche a un sitio, o que te lleven a casa alguna cosa que se te ocurre que te pueden llevar,... ; bestias a las que uno se folla algún día, incluso días consecutivos, incluso temporadas...
Puede incluso que pertenezcan a este apartado aquellas personas que se dignan a escuchar a uno, que dejan de hacer por un rato lo que estaban haciendo por el simple placer de charlar, o por el mero hecho de escuchar... es posible que estos lo hayan escuchado a uno más de una vez... es posible incluso que estén dispuestos a hacerlo en más ocasiones.
Uno a veces se esconde de estos conocidillos por pereza, por cansancio, por desprecio... ¡Qué cosas!

No hay comentarios: