15 marzo 2006

el mundo de la bestia en constante cambio

Puede que haya encontrado otra de las causas de estos cambios sociopersonales que comentaba en la última edición de la bitácora: las bestias que he ido describiendo en estos editoriales han querido cambiar su forma de relacionarse y eso me supone unos cambios que no sé cómo aceptar y que ni siquiera sé si tengo que aceptar.
Es normal que la bestia sufra cambios sustanciales a lo largo de su vida pero no sé si es tan normal que tengan que adaptarse a esos cambios los demás sin que la bestia en cuestión haga ningún esfuerzo: quiero decir que yo no tengo ninguna culpa de que los demás tengan hijos, marido, mujer, padres, madres, abuelos, familiares enfermos, plantas en su jardín o perro que sacar a paseo. Bastante tiene uno con sus hijos, sus parejas, sus padres, sus gatos o sus plantas como para tener que quedar supeditado también a los de los demás.
Y es que es muy posible que no sepamos aceptar esos cambios, que nos neguemos incluso a ver que esos cambios suponen un esfuerzo personal, y no un esfuerzo social. Nadie puede hacerse cargo de esas cargas familiares, sentimentales y sociales más que uno mismo, y no podemos pedir a los demás que se hagan cargo también.
Creo que no he exigido demasiado en ese sentido; sólo exijo que no se me exija más de lo que se debe. Soy consciente de lo limitado que estoy en algún caso por culpa de mis cargas familiares, sentimentales y sociales, y por ello no exijo más a los demás. Pero no quiero que los demás me hagan corresponsable de las suyas. Lo fui en un tiempo, pero todo cansa. Ahora quiero ser más libre de decidir lo que quiero hacer en cada momento y de hacerlo incluso solo si es necesario: es el precio que tengo que pagar.
Que cada palo aguante su vela, y la mia es esta por lo que parece.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no te has ido...
bien!

Anónimo dijo...

Las cargas personales, nuestros problemas, serán siempre intransferibles. No se deben compartir salvo contadas ocasiones. Para el resto de los casos, sólo podemos pedir consejo u otro punto de vista.

Dani Hunting