12 agosto 2005

bestias eruditas

A propósito de lo de las bitácoras me viene a la cabeza la erudición de muchos de los que escriben alguna. Hay mucha gente que utliza su erudición para su vida diaria incluso. Supongo que será lógico. Yo como no la tengo no la puedo usar. Pero antes de pensar en ello nome hubiera imaginado que se utilizara tanto esa erudición para mostrarla en público.
No soy bestia de citas, ni de recursos literarios, ni de datos hitóricos... solo puedo hablar desde lo que observo o lo que intuyo; no sé si tengo otros recursos para hablar de las cosas, pero lo que sí sé es que soy incapaz de recordar lo que dicen otros al respecto. Quizás por eso no he aprobado aún mi oposición y si es así parece que estoy condenado a mi interinaje de por vida. ¡Qué vida esta! ¡Qué tonto soy!
No soy una bestia absolutamente ignorante. No creo que lo sea. Pero mi sabiduría no está basada, desde luego, en la erudición; tampoco sustento lo que digo con la literatura -mejor dicho, no es mi intención, aunque algunos me hayan reprochado hacerlo- porque no soy ningún literato, quedaría estúpido.
En fin, insisto en que no volveré a curiosear las bitácoras de estas bestias eruditas que me hacen comerme tanto el coco. Bastante tengo con la mía, y la de Pluis, que no sé cómo me engañó para que le siguiera en su bitácora de camino hacia Ithaca, pero lo consiguió. A ver cuando publica de nuevo.

No hay comentarios: