30 octubre 2006

abrojales

Atrás han quedado algunos matorrales y arbustos salvajes recortados por la hoz y aplastados por mis pies. Y ahora se abre un poco el camino. Apenas algunos abrojos, matas de plantas olorosas, algunas piedras casi pulidas por el paso de otros caminantes.
El camino se despeja aparentemente pero no veo el final. Hay curvas, cambios de rasante... el horizonte deja ver un final incierto y espero que no haya caminos cortados ni señales de prohibido el paso.

4 comentarios:

Sr_Skyzos dijo...

No hay nada claro en esta vida, sólo que todo muta, todo pasa, todo llega y todo se va.

Paciencia, siempre hay un final. Hasta para lo malo.

RAIKO dijo...

Y si no nos gusta el camino siempre ha lugar la poco ortodoxa pero válida solución de caminar por la cuneta.
No creas, no obstante que el camino se terminará en medio de la nada, todo camino llega a algún sitio concreto, si no, no habría camino.
Las señales de prohibido y las vallas que cortan los caminos... siempre pueden saltarse.
Un saludo.

X dijo...

Lembre Kavafis, lembre ITHACA.

Anónimo dijo...

ti cos abrojales, e tere holmes cos eriales estades-me dando a semana! :-)