Se puede llamar a la puerta por sms y encontrarte cualquier cosa: portazo en las narices, puerta cerrada, puerta abierta..., como bien aclara Fennec en su bitácora.
Pero no siempre un sms es una llamada a la puerta para entrar sino una invitación a pasar por tu puerta; no sé muy bien porque en estos momentos me pilla afectado por las llamadas a la puerta y los sms, pero veo que tiene razón en lo que dice en su entrada casi a modo de mi neobestiario, y como ya lo ha dicho él os remito a sus palabras respetándole sus derechos de autor.
En cualquier caso debo tener cuidado con las bestias por sms pues solo me traen quebraderos de cabeza en este sentido, y luego vengo aquí a dedicarles el poquísimo tiempo que tengo ultimamente para la bitácora y para sus visitantes.
Para algunos de ellos ya ha habido llamada a la puerta, otros han llamado a la mía y los demás ya tendrán su momento, supongo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario