03 octubre 2005

el buen entendedor

"Bueno, que yo bien, gracias..." Mensaje criptico donde los haya que podría haber sido de cualquiera que se viera en un error: el de marcar el número equivocado para enviar el mensaje. Pero viendo el remite y aplicándolo al contexto que nos ocupa al remitente y a mi parece cobrar sentido.
Primero me hace gracia: compruebo con él que he vencido en una lucha virtual que se dirimía en el sistema de mensajería corta y de telefonía móvil. Después me indigna: evidentemente no he vencido en ninguna lucha porque el remitente no se ha enterado de nada, o no se da por aludido. Yo a lo mío, no pienso doblegar porque considero que me deben una explicación o una disculpa o un gesto más claro que un simple sms.
Otra llamada de remitente desconocido esta vez a quien no le hacen falta muchas palabras para darse cuenta de que sus requerimientos no serán satisfechos. Parece mentira que este no me conozca y el otro sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

meu deus! un enigma dentro dun mistério á sua vez encerrado nunha incógnita...