11 agosto 2006

de vuelta

Mañanas de playa y sol a la sombra a ratos de unas letras bien escritas. Tardes de siesta en sus brazos o Él en los mios hasta despertar. Noches empapadas en una copa tras la cena y el café, arropadas por la conversación tranquila. Cenas con amigos emborrachadas en vino y risas. Kilómetros y kilómetros de autovías recorridos para llegar a los destinos ofrecidos amablemente por amigos para disfrutar de todo esto.
Cabopino, Riviera, la Cala de Mijas... San Pedro, La Marina... Miramar... el cálido Mediterráneo que asustó a sus medusas para recibirnos. La brisa marina retirando el salitre de nuestra piel, el sol tostándola... Y nuestros ojos auscultando la fauna de playas y chiringuitos, de calles y mercadillos, de bares y restaurantes. Bestias de vacaciones que no sé si podrán llegar de vuelta a este neobestiario.
...
Y sí. Vuelvo sabiendo que lo quiero y que me quiere. Vuelvo amante y amado.
...
Y queda el Atlántico. Y si el fuego nos deja...

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