18 julio 2005

dos veces

Supongo que debo de estar haciendo balance, o pasando una crisis, o construyendo una nueva bestia...
Sólo he hecho esto dos veces: la primera vez fue hace unos años coincidiendo con lo que yo llamé mi crisis de los 30. Por entonces contaba con 28 años y abarcó una etapa de dos años más o menos que me reconstruyó de una manera que no sabría calificar, quizá porque no debo ser yo quien la califique. Lo que sí es cierto es que el resultado me gustó en su momento y aún hoy, después de varios años, no me disgusta del todo. Los períodos de crisis me gustan, construyen. Aquella vez aún no disponía de los mismos medios que ahora y utilicé pluma y un cuaderno. Allí reflejé todo lo que me pareció oportuno para reconstruirme. Porque aquella vez la crisis sí que fue importante: se trataba de una gran crisis de madurez, llegaron cambios por todas partes -desde el ámbito de lo profesional, lo personal, lo más íntimo, lo más público, lo físico, lógicamente lo psicológico...- y me recolocaron la neurona. Una vez quedé satisfecho con la reconstrucción abandoné el medio, que no las reflexiones. Y hasta hoy.
Esta vez es ahora, y coincide con un cambio grande en mi vida que poco tiene que ver con una crisis de edad, pero cambio al fin y al cabo, crisis. Pero no sé por qué hoy es distinto, aunque me parezca lo mismo. Me parece que estoy en período de reconstrucción. Quizás no lo note tanto como entonces. Quizás la reconstrucción sea menos agresiva.
Sólo pienso que debe de ser algo parecido a lo que ocurría entonces porque estoy comportándome igual en este sentido de reflejar por escrito mis reflexiones al respecto. Esta vez el medio es distinto, pero se trata de la misma cosa. Esta vez mis reflexiones me afectan menos directamente pues reflexiono más sobre los demás. Aquella vez lo hacía en los términos en que me afectaba más de cerca, me tocaba más la cara interna de la piel, mientras que ahora trato de reflexionar sobre lo que me acaricia, sobre lo que me pellizca, sobre lo que me abofetea...
Quizás tenga que ver con mi egoismo, un egoismo que empieza a parecerme antiguo casi sin darme cuenta. ¿A mis años voy a dejar de ser egoista? ¿o es que me estoy volviendo tonto? Tonto o egoista me da igual. Me gusta el cambio. Me encanta ver la casa redecorada después de la obra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pero bueno... non pensas actualizar?