05 julio 2005

fantasma

No quise nunca saber de él. Aunque despertara mi curiosidad en algún momento, no pregunté; aunque Él me contara alguna cosa, no pregunté.
La curiosidad mató al gato. Es una frase que me he repetido en muchas ocasiones, que intento que me persiga, no quiero caer en ella. Y menos en esto. Afortunadamente no siento curiosidad insana. Sólo en algunos momentos me asalta saber si Él lo está recordando, en algún otro me asalta querer saber cómo se trataban, cuáles eran sus roles... pero me niego en el mismo instante a saberlo.
Él sólo me lo ha recordado algunas veces; más bien, soy yo quien se lo recuerdo: tenemos la misma profesión, nos gusta la misma balada -la misma que le hice escuchar dos veces seguidas en nuestro viaje a Málaga-, me gustan con la cabeza rapadita y él la llevaba así por falta de pelo... Pero no insisto, cambio de tema, le hago pensar en otra cosa, intento pensar yo en otra cosa también. Ni Él ni yo hemos preguntado al otro qué hacíamos antes. Sólo hemos hecho algún comentario inocente, en la mayoría de los casos para reirnos.
Anoche apareció el fantasma conectado a internet por msn. Nunca lo hace pero anoche apareció. Nunca llama, pero el día de su cumpleaños llamó -no para felicitarlo porque se olvidó, sino para contarle lo bien que le va-. Anoche apareció porque necesitaba compañía. anoche apareció porque necesitaba una voz amiga, un hombro amigo... Él lo es. Y dice mucho de Él.
Pero no estar a su lado me hiere más de lo que creía. Me hace ver fantasmas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ai ai ai, meu querido, deixe pasar, deixe pasar... o pasado, pasou, e agora os dous teñen o futuro diante. vexo que seguimos coa blo; estupendo. un bico.