13 julio 2006

neotortuga

La neotortuga es una especie de bestia que se caracteriza por su timidez y por la interiorización de sus sentimientos. Esa interiorización la expresan de distinta manera según la subespecie a la que pertenezcan. Esa interiorización y esa timidez no siempre se hacen de la misma manera, cada subespecie tiene una forma de esconderlas.
Hay una neotortuga tremendamente tímida que tiene un caparazón muy grande y con los huecos muy justos para esconderse y no ser cazada ni atacada por los depredadores. Los huecos son tan pequeños que no deja ver al resto de las bestias si está escondida o se trata de un caparazón vacio. Su cuerpo se contrae de manera lenta y queda escondida dentro de su caparazón durante el tiempo suficiente, generalmente largos períodos en los que la neotortuga pretende hacer olvidar a las demás bestias el motivo de su refugio. Pasado el tiempo que considera pertinente vuelve a aparecer sigilosa, lentamente también para empezar de nuevo habiendo olvidado en apariencia su último escondite y habiéndolo hecho olvidar al resto de las bestias. Estas conocen el carácter de esta neotortuga y en la mayoría de los casos fingen olvidar.
En este grupo se encuentra también otra de características parecidas, pero que a la hora de esconderse, se cuida mucho de poder ver desde dentro lo que ocurre fuera para no ser atacada con lo que ocurra mientras dura su ausencia. Desconfía del resto de las bestias a la hora de ser discretas con su silencio y su ausencia.
Otras neotortugas tienen el caparazón más pequeño y esconden ligeramente la cabeza doblando el cuello. y cerrando los ojos pero dejando ver casi con descaro que están escondidas. De esa manera no tienen la obligación de mostrar sus sentimientos pero hacen saber a los demás que hay algo que ha pasado que les mantiene así, con lo que conseguirán atraer la atención de nuevo cuando saquen la cabeza del escondite. Ese momento suele llegar más o menos temprano, de manera que el resto de las bestias no olviden el motivo por el que se refugiaron en su pequeño caparazón.
Esta neotortuga ve menguar su caparazón a medida que crece. Según se va haciendo fuerte va necesitando un caparazón más pequeño. En la infancia apenas se distingue de las otras tortugas salvo por la forma de esconder la cabeza; es en la edad adulta cuando aparecen las diferencias entre las dos especies. Mientras la primera es tímida, esta última se oculta sólo para llamar la atención fingiendo timidez.
Una forma distinta de llamar la atención es la que utiliza la última de las especies de neotortugas. Se trata también de refugiarse, pero en este caso no solo en el caparazón -que también lo puede hacer- sino además en un lugar recóndito donde se retira a meditar durante largo tiempo. Sin previo aviso y sin explicación, la neotortuga se retira y desaparece hasta que lo considera oportuno sin dar explicación ninguna al resto de las bestias, ni siquiera cuando estas están implicadas o son causa de su retiro. No se trata en este caso de timidez sino de otra cosa. Quizás sea orgullo, vergüenza, dolor.
En todos los casos el caparazón va adquiriendo un grosor mayor con la edad de la neotortuga. El grosor del caparazón hace a la neotortuga cada vez menos vulnerable, más autosuficiente en su defensa y con mayor capacidad para ausentarse.

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